«Empoderate»

Cada día las redes sociales nos acercan a más y más información. Muchas mujeres me preguntan:
¿Por qué es tan difícil maternar en estos tiempos? ¿La maternidad de «antes» era más relajada?¿Qué efecto tiene la sobre información en las mujeres que crían?

Es importante tomar decisiones informadas.
Saber cuáles son nuestros derechos, conocer leyes fundamentales al momento de maternar como la de parto y nacimiento respetado.
Tener acceso a diversas fuentes de información y a profesionales de distintas especialidades que puedan orientarnos con fundamento y actualización científica acerca de las recomendaciones en embarazo/parto/puerperio/crianza.
Ahora: el poder nadie nos lo puede dar. Lo tenemos que tomar.

Lxs profesionales no estamos para empoderar a nadie.
Pararnos desde decirles a las otras cómo deben gestar/parir/criar justamente es un lugar de tutelaje, paternalista que por el contrario, disminuye la sensación de capacidad materna y poderio.
El poder de tomar decisiones informadas, acordes a sus posibilidades y deseos, lo debe conquistar y construir cada persona.

Ninguna mujer debería ser juzgada por sus elecciones (mientras se proteja el trato digno y amoroso al niñx) menos por profesionales de la salud.
Estamos para acompañar el proceso de cada persona. Podemos informar para que tomen conciencia de sus deseos, ayudarlas a pensar qué quieren y pueden.
Pero es nuestra responsabilidad entender que son SUS elecciónes y que puede que no sean las que nosotros tomaríamos y esto DEBE ser respetado. Y no significa que estén más o menos empoderadas. Significa que es SU modo.
Un sujeto que se empodera es conciente de sus capacidades, recursos y su protagonismo.
Empoderarnos como mujeres en crianza implica confiar en nuestras elecciones, sentirnos capaces y protagonistas de nuestras decisiones.

¿Alguna vez te sentiste juzgada por tus elecciones?

Lic. Carolina Mora

Mail lic.carolinamora@gmail.com

La relación con el cuento

Muchas veces me preguntan si Teta Mamá es un libro para niñes. Yo siempre respondo lo mismo: es un cuento para la familia. Nació de la enorme necesidad de poner en palabras un proceso que habíamos vivido intensamente junto a mi hija mayor, su destete. Nació para acompañar este proceso, tanto a mamá como a niño/niña y familia.
Está pensado para leerlo a partir del año de nuestros peques y hasta que ambxs deseen.
.

.
Casi a diario me llegan comentarios de ustedes, que me cuentan cómo se relacionan sus hijos con el libro.
Esto para mí es una sorpresa cotidiana, porque como les digo, no sabía que impacto podía tener en los más chiquitos.
Muchas me cuentan que sus peques piden leerlo una y otra vez. Incluso me llegan videos como este, dónde son ellxs mismos quienes lo relatan. Y otros dónde me muestran que sus peques hasta intentan succionar la teta de los dibujos.
En otros casos, me cuentan que sus peques sólo quieren leer la primera parte. Y esto tiene sentido, es la parte conocida del proceso, dónde se encuentran con todo lo que la teta les da y lo que más añoran de ella.
Cada niño y cada niña se va relacionando con el proceso de destete a través cuento de modo distinto. Durante el proceso va cambiando la frecuencia con que piden leerlo, las partes que prefieren leer una y otra vez e incluso puede suceder en ciertas etapas que no quieran ni leerlo.
Todo eso está bien y son formas que tienen de expresar como se sienten con el proceso de destete o con la posibilidad de que la teta ya no esté.
.
.
¿Qué hacer entonces? Nunca forzarles a leerlo. Siempre les digo, déjenlo visible, a su alcance. Ellxs irán relacionandose con el cuento de forma autónoma y pidiendo qué necesitan de él.
¿Leer el libro hace que se de el destete? Claro que no. El destete sucedera cuando ambxs estén listos, a sus tiempos, en un proceso conjunto de acuerdos. Leerlo, ver las ilustraciones (por cierto maravillosas de @bellina) y escuchar su narración ayuda a expresar y elaborar emociones. Algunas familias lo leen mucho tiempo antes de pensar en destetar, por lo emotivo de su contenido, que honra la lactancia. Y otras lo siguen leyendo meses o años después del destete, para rememorar y agradecer.
.
.
¿Tienen el cuento? ¿Cómo se relacionaron con él? Contame!

Lic. Carolina Mora

Mail lic.carolinamora@gmail.com

Tel 1155641995

¿Hasta cuándo mamá? Está Pandemia

¿Hasta cuándo mamá? Me preguntó mi mayor hoy.
No lo sé.
Quisiera decirle una fecha, un día en particular, de cuándo va a terminar este encierro y podamos ver y abrazar a quienes queremos.
¿Para mi cumpleaños ya no va a estar el coronavirus?
No lo sé hija. Ya pasamos el cumple de papá, ahora pasaremos el mío y no se realmente si para el suyo podras tener una fiesta con amigos como quisieras

.

¡Quisiera que está noche las noticias digan que ya salió la vacuna del coronavirus!
¡Yo también quisiera hija! Es lo que más me gustaría en este momento. Verte feliz abrazar a tus abuelos y a tus amiguitos y amiguitas.
Verte salir afuera, volver a disfrutar las plazas llenas de familias jugando relajadas y sin miedo.
En cambio hay días que te veo triste. Hoy, por ejemplo, quisiste quedarte casi todo el día en el sillón recostada. No tuviste ganas de jugar, ni pintar, ni saltar ni bailar. Apenas te convencimos de leer algunos cuentos y ver dibujitos.
«Me aburro jugando sola» nos decís. Querés jugar con nenas y nenes.
Extrañas la escuela, no tanto por tu maestra, pero si por los recreos y los juegos.
¿Qué pasaría si hacemos la cuarentena con una amiga? Me preguntas.

Mamá te explica que no sos la única nena que se siente triste a veces y que extraña. Muchxs se sienten asi, lloran más, se enojan más y están más pegados a mamá y papá. Lo entendés, es lógico. Pero igual no alcanza. Querés que ya se termine el coronavirus y yo también.
Porque no es solo la cuarentena ni el bendito aislamiento social. Es también convivir en casa con mamá y papá más cansados y haciendo malabares para poder trabajar, dar clases y estudiar. Es convivir con un contexto de preocupación e incertidumbre. Es salir a la calle y vernos de cara tapada, saludar de lejos a tus vecinos aunque te moris de ganas de jugar juntos.

¿Hasta cuándo hija? No sé. No sabemos. No sé cuándo vamos a poder hacer algo similar a «la vida normal». Este virus nos puso patas arriba. Nos está enseñando muchas cosas. Ojalá vos estés aprendiendo a ser resiliente, a encontrar una ventana al mundo, un espacio de libertad personal a pesar del encierro. Acá seguimos estando mamá y papá para acompañarte.

¿Cómo siguen llevando está Pandemia sus pequeños y pequeñas?

Lic. Carolina Mora

Mail lic.carolinamora@gmail.com

Tel 1155641995

¿Intervenir o no?

Leo con frecuencia sobre la no intervención, ligada tanto al desarrollo de los peques como al proceso de parto por ejemplo.
¿Que es intervenir? ¿Desde que paradigma lo piensa cada quien?
¿Intervenir es de por sí malo? ¿La intervención siempre es intrusiva? ¿O puede ser oportuna? ¿Es posible no intervenir o si decidimos «no hacer nada» es en sí una intervención?
.
.

Es importante cuestionar estas fórmulas que se generalizan.
Soy testigo de como las intervenciones amorosas, oportunas y singulares permiten constituir subjetividad.
No siempre no intervenir es mejor que hacerlo. Sobretodo debemos ser conscientes que nuestra sola presencia es en si misma una intervención para la otra persona.

Los profesionales de la salud pensamos la intervención como necesaria. Pero no cualquier intervención: debe ser oportuna, a medida de cada persona y de sus procesos. La intervención en este sentido permite ordenar, brindar contención. La intervención puede posibilitar pasar a otra etapa, que la persona logré algo que antes de ella estaba fuera de su alcance.
La intervención puede ser un puente, un andamiaje, un límite necesario. La intervención puede ser una palabra, una acción o incluso un silencio.
.
.
Hace poco sugerí a una paciente hacer la consulta con urología infantil por su nene de 6 años con enuresis nocturna. La médica le indico una sencilla tarea: que al despertar completará un registro de nubes y soles, las nubes las debía pintar cuando mojaba la cama, los soles si amanecia seca.
Con esta sola intervención, el pequeño tomo registro de su cuerpo y entonces empezó a retener.
Este es un ejemplo de una intervención sencilla, acordada, no invasiva y oportuna. ¿Si no se hacía la pequeña iba a lograr controlar esfinteres? Seguro que si. Pero está intervención permitió consolidar su auto percepción, evito semanas o meses de padecimiento y estrés familiar.
Andamiemos, acompañemos, demos espacio, estemos expectantes e intervengamos cuando sea necesario y oportuno.
.
.
¿Tienen dudas acerca de intervenir o no en algún aspecto de la crianza o del desarrollo?

Mamá «Home Office»

Ayer llamé al servicio de atención al cliente de una compañía de telefonía móvil. Me atendió una mujer. Mientras ella me explicaba cosas, empecé a escuchar una vocecita que le decía “mamá, mamá”. La mujer le hacía “shhh” bien bajito. Adiviné su dedo índice en su boca y sus gestos suplicantes hacia le niñe. Se dispersaba en lo que me decía, no estaba pudiendo con ese multitasking horroroso.
.

.
Mamá está trabajando, no puede atender a tu demanda.
Mamá está enloqueciendo.
Mamá no tiene ninguna herramienta, porque no existe, que le permita hacerte entender, niñe, que aunque ella esté en casa, no puede dedicarse a vos.
Mamá no va a poder jamás hacerte entender que no está disponible, aunque la estés viendo. Y vos lo único que vas a entender de todo esto es que, por alguna razón injusta y horrible, mamá te pide que te calles aunque ella y vos estén ahí, porque yo, que no existo en tu realidad, tengo más derecho a ser atendida por tu madre en este momento, porque ella está trabajando.
.
.
No podrías entender jamás porque por fortuna toda esta pandemia no entra en tu ser inocente y mágico. Es hermoso que no entiendas todo esto, pero es definitivamente horrible e injusto que tu mami esté pidiéndote que te calles porque tiene que atenderme a mí y a cientos de personas más por día. Ojalá a tu mamá no le grabaran las llamadas, porque si las llamadas no se grabaran yo sin duda le hubiese dicho “¿sabés? quedate en línea conmigo como si me estuvieses atendiendo estos inconvenientes irrelevantes que tengo con el servicio, y jugá con tu hije, abrazale, dale de comer, bañale. Qué sé yo, hacé lo que tengas que hacer que es lo más importante del mundo ¿sabés? sí, sí sabés, qué te voy a decir yo. Andá y hagamos de cuenta que estás laburando desde tu casa, porque es injusto que tu hije tenga que entender algo que es absolutamente incomprensible.” No le pude decir nada porque pensé que encima capaz la bardean de su trabajo porque se escucha a su hijite de fondo en las llamadas. Pero ojalá que haya sentido el abrazo inmenso que le dí.
.
.
El texto es de @la.agustina.ps, @espacio.amancay
Foto: Latam.karpersky
➡️❓¿Qué sintieron al leer esta experiencia? ¿Cómo manejan el «Home Office».

Crónicas de cuatentena

Acá estamos, un día más de esta cuarentena eterna, tratando de pasarla lo mejor que podemos. Estamos tratando de mantener la salud mental de cada miembro de esta familia.
Acompañando a la mayor en los momentos de angustia, que son varios al día. Hoy le tuvimos que explicar que en realidad no vamos a poder salir y esto realmente la afligió mucho. ¿Por qué dijo una cosa y después otra mamá? Y mamá tratando de explicar lo a ella misma le es difícil entender a veces.
No les voy a mentir, yo también me ilusione con poder salir a dar una vuelta, no solo por mi y mis niños, sino por mis pacientes y los suyos. Cómo les vengo diciendo hace unos días, el aislamiento pesa y se ven sus efectos en la salud psico emocional día a día a medida que se extiende.
Haremos lo que sea necesario para afrontar está Pandemia, seguiremos las recomendaciones del Gobierno a rajatabla. Soy psicóloga, no infectologa, por eso me preocupa la salud mental pero estoy segura de que lo que corresponde es lo que indican los asesores médicos. .
.
Y acá estamos, un día más intentando ponerle palabras al dolor y la tristeza, que empieza a pesar. El extrañar a los abuelos es algo que me dice de forma constante mi hija. Mi bebé mira la puerta y la señala desesperado. Esta más irritable, nos pide más upa y despierta más de noche.
Mamá y papá, hacemos lo que podemos. No somos los ma/padres que quisiéramos ser, somos los ma/padres que la cuatentena nos deja. .
.
Hoy estoy triste, no puedo decirles nada más les pido disculpas.
Les mando un abrazo enorme a cada persona que acompaña e interactúa de forma amorosa y respetuosa con esta comunidad.
.

.

Semana dos

Querer y no querer estar aca.
Momentos en qué me siento privilegiada de poder compartir más tiempo en casa con mis hijos y otros en los que quiero salir corriendo.
A veces me doy cuenta de todo lo ir me pierdo por el automatismo de la vida cotidiana, por el apuro de llegar e ir de aquí para allá.
Estos días me encuentran con momentos en los que puedo admirar la belleza de lo simple: una siesta con mi bebé, inventar nuevos juegos con mi hija mayor, la comida calentita que prepara mi pareja y hasta esa charla con amigas que hace mucho no llamaba.
¿Me estaré «amigando» con la cuarentena?
.

.
Estos días me encuentran con mucha ambivalencia. Se suceden, uno tras otro, por momentos me parecen todos iguales.
Nos aburrimos en casa. A veces no tenemos ganas de mirarnos la cara y otras no sabemos de qué charlar.
Hay días que no terminan más, que se vuelven como un chicle que se estira y estira.
Otros días nos encuentran irritables, enojandonos con facilidad y hasta cansancio.
Incluso, vivimos muchas emociones en un mismo día.
.
.
Poder hablar de esto, poder soltar exigencias y mandatos, poder aceptar por momentos y entregarnos a abrazar el caos, con todo lo lindo y difiicl que nos trae.
Les de romantizar la cuatentena, toda experiencia puede mostrarnos ese recurso que no sabíamos que teníamos.

.

.

Semana 1

Y en medio de todo este lío, ella perdió su primer dientito.
La carita de ilusión cuando se empezó a aflojar no tenía comparación. Ya varios amiguitos estaban con ventanitas y ella preocupada porque era la última y sin ninguna novedad. Mamá, adelantada, le había bordado la almohadita especial para la ocasión.
Y finalmente pasó, en medio de toda esta incertidumbre, lo único que me importa es verla sonreír.
Esta noche se fue el miedo a los monstruos y la preocupación, la cambiamos por la ilusión. .
.
No está siendo fácil este tiempo, a los peques los altera (como a nosotros) y se les nota. El más chiquito más irritable, ella comenzó a decir que le duele la pancita, que tiene miedo y no sabe por qué.
Acá no miramos noticieros, no tenemos tele, tratamos de cuidar las conversaciones, pero las emociones y la preocupación se expresan igual. Mamá y papá estamos distintos, las rutinas cambiaron y eso impacta en toda la familia.
Estamos intentando hacer cosas en casa, pasar tiempo en el jardín y vivir momentos de risa, lo más que se pueda. Nos quedamos en casa, confiando en que esto, también pasará. .
.

Es tiempo de elegir tus batallas
Tiempo de ser más flexibles
Es tiempo de dejar de lado las exigencias y los mandatos…
Es tiempo de entender por fin, que hacemos lo que podemos …
Hoy es momento de dejar de lado ese manual de crianza y poner las manos en el barro para crear tu manera. .
.
Este es un tiempo de Mater/paternar con crudeza, con un real aplastante del que no podemos escapar.
Es un momento en el que se presentarán fantasmas, miedos propios y también nos chocaremos con la distancia entre el ideal y lo que toca vivir.
En este tiempo no solo tendremos que ser sostén físico y de cuidado, sino sostén emocional de nuestros hijos e hijas.
Tendremos la carga mental y también la carga física, corporal, densa y real, esa de la que no se puede escapar. .
Es momento de elegir tus batallas y dejar de lado los ideales que circulan del entorno.
Hacer higiene del ambiente psíquico y emocional, limpia esas personas, páginas y cuentas que te hablen desde el mandato. No es momento de exigencias, ni para vos ni para tus hijos e hijas.
Es un tiempo en que comerán lo que puedan cocinar, jugarán a lo que salga jugar y si tienen que aparecer las pantallas para dar tregua seguramente apareceran. Si, seguramente vas a hacer lo mejor que puedas, no lo dudes.
Vas a actuar desde el amor y también desde tus posibilidades.
Nadie tiene paciencia infinita, mucho menos en un contexto que no facilita la crianza, que nos confina al encierro y nos llena de incertidumbre y amenaza. .
.
Rodeate de voces que acompañen, que validen, hace red con quiénes te den paz y no exigencia. Escuchate, esto es día a día. Es un tiempo especial, muchas me dijeron que se asemeja al puerperio inmediato, ese que inundaba soledad y aislamiento. Este tiempo sin tiempo pasará también. Tus hijos no recordarán la comida que les cocinaste durante la pandemia, pero si la contención y el amor que recibieron en este periodo. Cuídate. Cuídalos. No hay salud sin salud mental. .

Consecuencias emocionales en niños y niñas debido al Aislamiento

Desde hace ya varias semanas que estamos cumpliendo el aislamiento social preventivo y obligatorio. Durante este tiempo vengo compartiendo textos en relación a lo que los sucede, a nosotras, adultas y mujeres ejerciendo el cuidado 24*7. Hablamos de caos, ambivalencia, agotamiento, estrés y autocuidado.
.
.

¿Cómo lo viven nuestros hijos e hijas? ¿Acaso para elles no es también una situación de estrés?
¿Qué costo tiene para su salud emocional el encierro? ¿Visibilzamos las desigualdades a las que están expuestos?
.
.
Los bebés, niños y las niñas están haciendo un esfuerzo enorme en esta cuarentena. Si bien en muchos casos sienten la alegría de compartir con sus ma/padres/cuidadores 24*7 y esto compensa en cierto modo la perdida de otros espacios, para otros estar en casa es quedar más expuestos a situaciones difíciles.
Recordemos que no todas las familias pueden ser amorosas con las crianzas, que no todas tienen recursos como internet, que algunas incluso viven hacinadas. En hogares dónde ya existía maltrato de forma sistemática, este se vuelve más intenso.
.
.
Aun hablando de hogares amorosos que intentan llevar una crianza lo más respetuosa posible, en los bebes, niños y niñas el aislamiento impacta fuerte.
Por empezar probablemente se encuentran con ma/padres/cuidadores más nerviosos e irritables, más preocupados, presionados intentando balancear entre la crianza y el trabajo en casa, por ende, menos pacientes. Luego, pierden sus espacios de socialización secundaria (salidas a la plaza, jardín, casa de abuelos y amigos) y ven limitada su movilidad y despliegue corporal.
Es fácil ver qué todo esto genera mucho estrés y puede traer aparejado distintas formas de expresarlo: cambios en el sueño, más demanda de la teta, episodios de enuresis, berrinches, entre otros. Si. A ellos también les pasan cosas. También viven el estrés y lo expresan como pueden. En principio, son reacciones esperables a una situación extraordinaria. ¿Nos preocupa? Debemos prestarles atención, escuchar lo que nos vienen a decir. Darles espacios para expresar a través del juego y el arte. Ayudarles a ponerle palabras a sus emociones. Si bien probablemente se trae de desórdenes transitorios, buscar orientación profesional en crianza puede ser de gran ayuda.
.
.
Lic. Carolina Mora

Mail lic.carolinamora@gmail.com

Criar sola en cuarentena

Muchas son las personas que están encontrando muchos momentos de dolor, ansiedad y miedo en esta cuarentena. El aislamiento no es fácil, de hecho es un factor de riesgo en salud mental. Muchas están aisladas solas a cargo de niños y niñas pequeños.
Maternar sola no es sencillo, menos lo es en aislamiento.
La persona maternante está siempre bajo la lupa, enjuiciada y señalada.
Es para la sociedad entera, quien se equivoca, quien si se enoja o se desbordan, está «loca». . .
Quienes maternamos somos y seremos siempre las culpables, las que no estamos haciendo lo suficiente, las que deberíamos sacrificarnos más y sin chistar. ¿Qué hace la sociedad por las mujeres que maternan sin pareja o sin otros adultes que críen a la par? ¿Qué hace con ellas cuando se desbordan?
La señala. Se ríen de ella. La culpabilizan. .
.

No. No locas, ni culpables, ni irritables.
Agotadas, cansadas, agobiadas y encerradas.
Sintiéndose solas.
Teniendo que hacer frente al mundo y a una Pandemia con pequeños a cuestas.
La crianza de los primeros años es 24×7. No puede ser solas.
La crianza debe ser sostenida por un entramado colectivo, por políticas de cuidado concretas y posibles.
.
.
Si tenés una amiga o vecina que materna sin compartir la crianza con otro adulto o está haciendo la cuarentena con su bebé, acércate. Ofrece tu ayuda, salir a comprar por ella o incluso una oreja. Que sepa que no está sola. Que sepa que aunque no abunda, hay otros que pueden sostener y ser la primer puntada para tejer ese entramado de cuidado.

Lic. Carolina Mora

Mail lic.carolinamora@gmail.com

«Mamá, mamá/PAPÁ,PAPÁ

Mamá y mamá
Porque madre no hay una sola…
Mamá es mamá y para Juli,
Papá también es mamá.
.
. ¿Vieron esas miradas que nos regala Juli? Es la misma mirada… Hace semanas que nos llama indistinto, de la misma manera.
Mejor dicho, sabe perfectamente con quién quiere estar pero nos dice mamá a los dos.
Para mí eso habla del lugar que tiene su papá en su vida.
Habla de su vínculo de apego,
De su incondicionalidad, de sus risas compartidas y del tiempo de cuidado.
Julián entra al mundo de los sueños con papá todas las tardes y noches…
Papá ejerce de papá, pero Juli todavía no sabe cómo decírselo y resume en un «mamá» todo su sentir. ¿Acaso no son solo palabras? Distintos significantes, ambos le ponen nombre a una figura de cuidado y apego seguro.

En casa tenemos la posibilidad y la decisión de ejercer ambos el rol de cuidado, de pasar casi el mismo tiempo con él y su hermana (incluso muchas veces pasan más tiempo con él que conmigo). .
.
Esta cuarentena intensificó está dimensión y el está feliz de pasar más tiempo con ambos. ¿Costará cuando retomemos algo parecido a una rutina y vuelva a entrar la niñera o la abuela al cuidado? Veremos en ese momento, por ahora intento pensarme y pensarnos en el corto plazo, en el aquí y ahora de cada día.
Parece obvio decirlo, pero un papá implicado (suena raro no? ¿Porque nunca escuchamos hablar de «mamá implicada»?) es también una figura de apego y puede ser un cuidador principal. .

Papá aún espera que Juli lo llame de ese modo, aunque se muere de amor ante el «mamá» que le suelta. ¿Cómo se sintieron ustedes con el primer «mamá»?

Lic. Carolina Mora

Mail lic.carolinamora@gmail.com

¿Maternidades Reales?

Todas son Maternidades Reales
Las que se maquillan para el día del parto y las que se sacan fotos agotadas con ojeras por el piso.
.
.
Todas son Maternidades Reales
Las que eligen volver al trabajo a los 3 meses y las que se piden hasta el último día de vacaciones por quedarse con sus bebés un tiempo más.
.

.
Todas son Maternidades Reales
Las que dan chupete y fórmula desde el primer día y las que amamantan largos años.
.
.
Todas son Maternidades Reales
Las que se preocupan por volver rápido a su peso anterior y las que ni se miran al espejo.
.
.
Todas son Mater Reales
Las que dejan al bebé para ir a cenar afuera al mes de nacido y las que eligen quedarse en casa antes que salir con amigas.
.
.
Todas son Maternidades Reales
Las que se sienten una bomba sexi en el embarazo y las que no quieren ni que las toquen.
.
.
Lo que no puede ser real es la falta de apoyo.
No deberia ser real la falta de compromiso del Estado por garantizar licencias acordes a las necesidades de nuestros bebés.
No debería ser real volver al trabajo y no contar con lactarios y apoyo para continuar la lactancia si lo deseamos.
No debería ser real la presión que vivimos las mujeres por entrar en un talle que no nos representa, por volver a ser quienes ya no deseamos ser.
No deberían ser reales los modelos que a través de los medios nos venden una maternidad única y para todas igual.
No debería ser real vernos empujadas a entrar en ningún molde pre fabricado de «como deber ser».
No hay lado A y lado B. No hay dos únicos lados. La maternidad tiene tantas letras y colores como mujeres que maternan.
.
.
¿Se sintieron presionadas alguna vez en sus Maternidades?

Lic. Carolina Mora

Mail lic.carolinamora@gmail.com