Antes de convertirnos en ma/ padres probablemente nunca habíamos escuchado la palabra puerperio. Para la medicina el puerperio dura 40 dias, pero la duración del puerperio emocional varía de una mujer a otra, suele extenderse hacia el primer/segundo año del postparto.
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¿Qué pasa con los varones en este tiempo? Especialmente si es su primer experiencia, se siente perdido. No es lo mismo pensarse como padre de un bebé imaginario, del que durante 9 meses solo tuvo información desde terceros (madre, médicos, ecografías) que convivir en lo real. Muchas veces es el primer bebé con el que tiene contacto directo, con el que debe estar atento a sus necesidades.
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Se encuentra con una mujer que desconoce en gran medida, con cambios emocionales intensos. A ella le cuesta reconocerse. La revolución hormonal es intensa, y entre otras cosas, suelen inhibir el deseo sexual. Mientras tanto el cuerpo del varón y su deseo no sufren en general, ningún cambio.
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Hay un duelo que los afecta a ambos. Ya dejan de ser lo que eran. Hay otra vida que depende de ellos . Al varón se le juega una especie de “ataque al ego” cuando deja de tener atención exclusiva de su pareja, y se puede sentir incómodo frente a esa díada madre-hijo.Ya no se tienen los tiempos que se tenían antes para salidas, encuentros.
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¿Qué puede hacer el hombre en este tiempo? Tener mucha paciencia y empatía. Sin dejar de lado sus emociones, debe ser sostén, contener y dar seguridad a su pareja. Estando presente y anticipándose, en la medida de lo posible, a las necesidades de ambos, es importante que se este disponible para cualquier pedido de su compañera y que se conecte física y emocionalmente con ese bebé. Como dicen: “menos amamantar, el papá puede hacer todo con él”.
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¿Y del padre quien se ocupa? Es importante para el nuevo padre contar con una red de contención.Tener un espacio para conversar como se siente, grupos de encuentro, tener un diario donde registrar lo que siente.
La vida ya nunca más va a ser la que era. Vivirlo de forma consciente, involucrarse desde el comienzo, ya que tiene un rol sumamente importante
Cuando les cuesta asumir su paternidad
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Mi pareja sigue su vida como si nada»
«La carga mental es solo de la mujer»
«Necesita instrucciones de cada cosa que tiene que hacer»
«No sabe vincularse con nuetrx hijx»
Estás fueron algunas de las frases más comunes que relatan las mujeres. .
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¿Qué pasa con los varones? ¿Por qué les cuesta tanto cuidar? ¿Esto es algo nuevo? ¿Cómo eran los padres «de antes»? Resulta que a los varones desde pequeños se les enseña a ser fuertes, no demostrar sus emociones porque esto es signo de debilidad. Se les enseña que el varón debe ser proveedor, no cuidador. Se les enseña que su lugar en la crianza es la autoridad, no el afecto.
Revisemos sino los modelos que tenemos en nuestro propio padre ¿Encuentran algo de esto? .
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Estas dificultades para cuidar activamente (cuidado en sentido amplio: tareas del hogar, hijxs) no son nuevas. Lo que cambio es el contexto y nuestra mirada: ahora somos cada vez más las mujeres que podemos sentirnos incómodas y que queremos dejar de reproducir este modelo y exigimos a los varones un cambio. Por suerte son cada vez también, más los varones que lo buscan. .
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Este camino de deconstrucción no es un proceso lineal, ni es de un día para otro. Requiere primero deseo, tiempo y espacio que los varones se impliquen en las tareas de cuidado. .
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Necesitamos más políticas públicas que brinden las condiciones para que los varones se pongan a cuidar: licencias por paternidad y permisos laborales cuando sus hijxs enferman. Queremos más varones ejerciendo roles de cuidado como la docencia, por ejemplo.
Es fundamental acompañar el cambio con diálogo en la pareja, generar acuerdos de re distribución de las tareas más igualitarios y que promuevan que «la carga mental» no sea solo de las mujeres.
Como dijo Matías, el padre no ayuda ni colabora, no es «50% y 50%» sino que cada cuidador tiene el 100% de responsabilidad, esto es la corresponsabilidad en el cuidado.
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Paternidad
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🚹Sergio Sinay, en su libro “Ser padre es cosa de hombres” plantea que ” Los padres no nacen. Se hacen….Que los padres se hacen significa que ninguno de los varones que existieron, que existimos y que existirán en el curso de la historia humana nacieron sabiendo cómo ser padres. El simple hecho de ser capaces de procrear no nos convierte automáticamente en padres”.
En este punto, cabe aclarar que desde una perspectiva compleja tampoco el hecho de vivir una gestación nos convierte en madres.
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La paternidad, al igual que la maternidad, son roles a construir. ¿Cómo? en el vínculo con nuestros hijxs. ¿Las mujeres nos lo tenemos más sencillo? Bueno, una parte de esto es cierto. Los 9 meses que llevamos en nuestro viente nos ofrecen la posibilidad de vivir una conexión previa, que además está acompañada de mecanismos hormonales complejos que hacen que se instale en situaciones de salud, el apego a la cría. Aún con todo este escenario a favor, algunas mujeres no logran configurar el maternaje.
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Claro que los padres también comparten estos nueve meses, de un modo distinto. A medida que va creciendo el viente van tomando cada vez más dimensión de que allí, efectivamente, cambiará todo. Pero la gran mayoría de hombres coincide en señalar el momento del parto, como el momento en el que caen realmente en la cuenta de que sus vidas cambiará para siempre.
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Es que la llegada de hijx constituye un momento tan trascendental y único que pone de cabeza nuestro mundo como lo conocemos, y sobre todo desordena y re configura todos los roles que estábamos acostumbrados a ocupar. Necesariamente requiere de un proceso psíquico, interno e individual donde se re configuren aspectos centrales de nuestra personalidad, para organizarse una actitud maternal y paternal donde tome un primer lugar el cuidado del bebé.
Lic.Carolina Mora-Psicóloga Perinatal
mail lic.carolinamora@gmail.com
Imagen: Chile Crece Contigo
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