Pandemia y cuidados

Desde que empezo está Pandemia que no paro de recibir mensajes como este de mujeres agobiadas, desbordadas por la tarea de criar y cuidar en simultáneo.
Acompaño e intento pensar juntas herramientas para sostenerse en este contexto tan adverso. Y es que ellas, cómo muchas de ustedes, casi ni pueden quedarse de pie del cansancio, de la carga mental (triplicada), de las horas de sueño resignadas para poder cumplir las tareas de sus trabajos remunerados y las tareas de cuidado en sus hogares. Ahogadas de la culpa que les genera sentir que están descuidando a sus hijes por cumplir con sus tareas remuneradas (con escaso o ningún reconocimiento por parte de sus empleadores). Algunas ni siquiera pueden conciliar el sueño de los altísimos niveles de estrés por pasar el día entero tratando de cuidarles para que sus parejas puedan cumplir con su horario laboral completo (porque de los varones solo se espera que sean proveedores).
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Me preocupa que necesitemos pensar cómo mantener quietas a la niñeces de 2 años de edad, que les pidamos que no expresen sus necesidades.
Les voy a decir algo: quienes están mal NO SON USTEDES. No son ustedes que reaccionan al estrés sostenido y crónico con síntomas, con ansiedad y angustia. NO SON LAS INFANCIAS que piden a gritos atención y disponibilidad emocional. NO!
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LO QUE ESTA MAL ES ESTE SISTEMA PERVERSO QUE NOS PIDE QUE TRABAJEMOS COMO SI NO TUVIÉRAMOS QUE CUIDAR DE LAS INFANCIAS.
Está mal este sistema que pone por encima la ganancia económica, la verticalidad y el poder en detrimento del CUIDADO de las infancias y la salud mental de las personas. Está mal este sistema que nos obliga a desarrollar estrategias titanicas de adaptación y a tomar múltiples terapias para poder sobrevivir a su exploración. Está mal este sistema que nos arrebata el disfrute de la crianza, que nos enseña que las infancias molestan y son obstáculo a

nuestro «éxito». Está mal que la variable de ajuste siempre sean las infancias.
Perdón por no escribirles un post con «las 5 claves para organizar la rutina en Pandemia y ser las mejores madres» porque me sentiría hipócrita y sería un enorme mecanismo de negación.
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Abro espacio para Catarsis!

Lic. Carolina Mora

Mail lic.carolinamora@gmail.com

Pandemia y salud mental

El tiempo pasa pero la pandemia y el aislamiento continúan. El foco está puesto en la salud física. ¿Pero qué sucede con la salud mental? Para profundizar sobre este interrogante conversamos con Carolina Mora, psicóloga perinatal y especialista en orientación a padres, madres, y cuidadores en las crianzas.

¿Qué significa gozar de buena salud mental en el caso de las infancias?

-Para tener un buen desarrollo psicoemocional, qué tiene que ver con lo que es la salud mental, las infancias necesitan varias cosas: cuidadores disponibles, atentos y responsivos a sus necesidades. Un ambiente que facilite su desarrollo, que le brinde experiencias diversas, acordes a sus intereses y a sus desarrollos madurativos. Necesitan habitar el espacio al aire libre, el contacto con la naturaleza, porque estimula distintas conexiones neuronales y diferentes sentidos. A la vez que les presenta desafíos diversos.

Además es imprescindible la vinculación con sus pares, que es con quienes van a poder ejercitar distintas habilidades emocionales y desarrollar otro tipo de aprendizajes.

Cuando hablamos de salud mental y psicoemocional en la niñez hablamos de infancias que pueden vivir esas experiencias, registrar sus estados emocionales y que los pueden comunicar. Y encontrar grados de regulación emocional, y el acompañamiento para esta regulación en los adultos cuidadores.

Y sobre todo un signo de salud en la infancia es el juego. Los niños, niñas y bebés que puedan jugar están desarrollando salud psicoemocional. A través del juego los niños procesan distintas situaciones doloras, difíciles o temores. La expresión a través del juego y el dibujo, nos da una gran ventana de oportunidad para el desarrollo en la primera infancia.-

¿Cómo trabaja un psicólogo con los niños? ¿Se trata de de sesiones basadas en la conversación como sucede con los adultos?

-Yo no trabajo con niños directamente, lo que hago es un trabajo que se llama orientación a padres (madres, padres y cuidadores) por lo que el trabajo es con los adultos responsables de ese niño o niña. Algunas veces en estas sesiones, previo a la pandemia cuando atendía presencial, veía el juego vincular, esta interacción entre este niño o niña y sus cuidadores.

Pero en general trabajo brindando psicoinformación respecto a que es esperable en el desarrollo evolutivo en determinada edad. Facilito información acerca del acompañamiento, del desarrollo saludable y la puesta de límites amorosos. Brindando diferentes estrategias para trabajar las distintas dificultades que puedan aparecer durante la primera infancia.

Los psicólogos y psicólogas que trabajan específicamente con niños por lo general lo hacen cuándo ya han transitado la primera infancia y en los niños pequeñitos se trata de trabajar más con las madres y los padres. Salvo que el niño o la niña tenga alguna discapacidad o diagnóstico que requiera un tratamiento directo con él .Y en esos casos se trabaja a través del dibujo, del juego y la psicoeducación. Dependiendo del marco teórico con el que trabaje el profesional se van a desarrollar ejercicios que estimulen distintas actividades cognitivas para trabajar aspectos emocionales y conductuales.-

¿Es decir que madres y padres ocupan un lugar central en la terapia de sus hijos?

-Siempre en la terapia cuando trabajamos con crianzas los padres, madres y cuidadores principales ocupan un lugar primordial. No podemos en 1 hora de encuentro semanal con este niño o está niña modificar grandes cuestiones, si no encontramos un equipo de trabajo con esta familia que está criándolo en la vida cotidiana. Cuando uno trabaja en tratamientos de niños se trabaja de forma integral con los cuidadores, con las instituciones a las que este niño asiste y en intercambio con pediatras o profesionales de distintas disciplinas.

Siempre se observa el contexto en el que el niño o niña está inmerso, su ambiente y que desafíos tiene por delante.-

¿Se puede dar continuidad a los tratamientos psicológicos durante la pandemia?

-Para mí que trabajo con adultos la videollamada es una vía que prácticamente es igual de efectiva que la consulta presencial. Son pocos los casos en los cuales es un impedimento real el no tener un encuentro presencial. Generalmente esto podría darse con patologías más graves que no son las que yo suelo abordar. Sí tengo muchas colegas que trabajan en consultorio de niños y ahí se les ha complicado bastante la continuidad de los tratamientos. Porque no es lo mismo la interacción para un niñito pequeño a través de la pantalla. La concentración es otra y las distracciones son otras. Los niños y las niñas requieren de mucho cuerpo para jugar y esto es difícil de prestar a través de una pantalla.-

En el contexto de pandemia y aislamiento de lo que más se habla es de la salud física ¿Pero qué sucede con la salud mental de los niños?

-Es imposible predecir consecuencias a largo plazo respecto del impacto que va a tener este aislamiento y la pandemia en la salud mental de los niños y las niñas. Sí podemos decir que en este momento estamos encontrándonos con muchos síntomas y muchas manifestaciones que son o bien producto del contexto de cómo están viviendo en la familia este momento, o bien se han intensificado por la pandemia y el aislamiento.

No tenemos que olvidar que no es solo la pandemia, es también el estrés de las familias, los cambios de rutinas, la desaparición de espacios de intercambio entre pares, la desaparición de las instituciones. Todas estas cosas están impactando en el cómo los niños y las niñas están viviendo su desarrollo. Y vemos diversas consecuencias o sintomatologías: mucha revolución emocional, irritabilidad, dificultades en el sueño, manifestaciones en relación a los límites, mucho desborde emocional e incluso algunos niños están teniendo síntomas de enuresis, es decir que vuelven a hacer pis en la cama. Las manifestaciones son diversas.-

¿Qué sucede con el aumento del uso de pantallas que implicó el aislamiento?

-El aumento del uso de pantallas es un problema que encontramos hoy en día, y del que nadie está exento. La verdad es que compartir tantas horas de cuidado a la par que se está trabajando no es fácil. Y las pantallas aparecen como aliadas para que los niños y las niñas estén tranquilos, quietitos y prestado atención a algo por un rato. Pero la verdad es que son altamente adictivas y está habiendo muchas dificultades para su regulación. Sabemos que en menores de 2 años no están recomendadas ni un minuto por día. Lo cual es difícil de concretar en este momento. Muchas de estas familias recurren igualmente a las pantallas a veces porque hay hermanos mayores y entonces esta exposición a veces no está pudiendo ser evitada. En los casos en los que es excesiva tiene consecuencias en el desarrollo del lenguaje, la atención y la concentración. Como así también en la capacidad de juego simbólico o de jugar de forma sostenida. Incluso en lograr vínculos con otros.-

¿Qué pasa con la salud mental de los adultos que los acompañan?

-La salud mental de las personas que cuidan, obviamente está completamente atravesada por la pandemia y por el estrés. No sólo por el miedo a enfermar o a que enfermen nuestros padres, los abuelos de los niños, las personas mayores. Si no también el miedo a enfermar y pensar si nos van a poder atender o no. El miedo de salir a la calle y toda la hipervigilancia que hay que tener para cumplir con los protocolos. No es tan fácil de sostener por tantos meses ese nivel de atención y de cuidado.

Además nosotros también estamos privados de contacto con nuestros pares y de momentos de dispersión por fuera de casa. Y se suma a esto los casos en los que hay dificultades económicas, presiones laborales y jornadas extendidas que no tienen fin por estar completamente hiperconectados.

Lo que estamos viendo sobre todo es muy poca disponibilidad para jugar, para prestarle atención a los niños en exclusiva porque estamos en modo multitarea constantemente y con mayor irritabilidad.-

¿Qué herramientas y recomendaciones podes darnos para afrontar lo que resta de esta pandemia?

-No es fácil, pero lo que se recomienda es intentar encontrar espacios de escape emocional. Puede ser una caminata, cumpliendo obviamente la distancia social, o momentos de yoga en casa. Es decir buscar el modo para que los adultos puedan tener todos los días al menos 1 hora para sí mismos. Ya sea cuando los niños duermen en las siestas o por la noche. O bien ir tomándose recreos a lo largo del día para leer o hacer lo que necesiten por fuera del trabajo y el cuidado. Ver una serie, aunque es bueno evitar un poco las pantallas, también puede ser una vía de escape o hablar con un amigo o amiga.-

Dedicarnos tiempo a nosotros mismos nos permite recuperar energías y cierto equilibrio. Y siendo un adulto autoregulado, además de ser un ejemplo para el niño (ellos nos miran todo el tiempo) tenemos mayor posibilidad de lograr ser empáticos. Y así respetar tanto nuestros procesos como los de quienes nos rodean. Y poder ayudar al niño a identificar lo que le pasa, comprender sus razones, guiarlo para que pueda expresarlas y brindarle contencion

Nota: https://juegotecatrotamundo.wordpress.com/2020/10/11/salud-mental-y-pandemia-gestion-de-las-emociones-en-ninos-y-adultos/

Impacto de la Pandemia en bebés y niñez

Les quiero compartir esta información desarrollada por @lic.ludmilaonorati sobre el impacto que puede tener el aislamiento en contexto de Pandemia en la salud integral de niñas, niños y adolescentes.
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Sabemos que estamos acercándonos al pico de la Pandemia en nuestro país, por lo cual es momento de ser aún más cuidadosos en las pautas de prevención. Estás son solo algunas de las formas en que las infancias pueden manifestar el malestar durante este encierro.
Es importante aclarar que no todos los bebés, niños, niñas y adolescentes van a vivir de la misma forma el aislamiento. Cada quien lo atravesará de acuerdo a su temperamento, a sus recursos y posibilidades ambientales y de acuerdo a cómo sus cuidadores puedan acompañar la gestión saludable de emociones.
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abemos que en las zonas más afectadas algunos no salen de sus viviendas (no digo casas porque hay quienes viven en un monoambiente, con espacio muy reducido) hace más de 4 meses. A nosotres como ma/padres los recursos se nos agotan y vamos experimentando frustración, angustia y muchas veces desesperanza. No es fácil sostenerles si no tenemos red que nos sostenga a quienes cuidamos.
Es momento de redoblar el sostén emocional a través del vínculo virtual con nuestra red, es momento de abrazarnos mucho con quienes podemos, de buscar momentos afectivos y placenteros (dentro de nuestras limitaciones). Es buena idea registrar nosotres como nos sentimos y ayudarles a elles a hacerlo: escribir y dibujar, incluso jugar pueden ser grandes opciones. Seguramente la gran mayoría de estas manifestaciones de malestar serán transitorias si podemos acompañarlas y nos sorprenderemos de los recursos creativos y resilientes que pueden desarrollar.

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Ahora si como madre/padre/cuidador o cuidadora te preocupa alguna de las manifestaciones de tu hijo o hija, siempre es buena idea consultar con profesionales de la salud idóneos: pediatras y psicólogos que trabajen orientación en crianza, si es adoelscente podés ofrecerle un espacio personal de terapia.
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¿Notaron alguna de estas manifestaciónes en sus hijes?

Lic. Carolina Mora

Mail lic.carolinamora@gmail.com

«Arréglate» mandatos de belleza

Me siento más fea
Más «desarreglada»
Más gorda
Me siento fofa
No soporto mis pelos
Desprolija
Abandonada
Estoy llena de canas
No me puedo ni ver al espejo
Así no quiero tener relaciones
Me hace sentir mal que me dijeron que estoy redonda.
Mi mamá me dice que tengo una ojeras horribles.

Esto me dijeron ustedes en las historias respecto a cómo vivían el impacto de la cuarentena en su imagen corporal.
Me preguntó por qué los varones, o la gran mayoría de ellos, no viven estos cambios en su apariencia de forma tan negativa. Ya que ellos también están privados de peluquería, con dificultades para hacer ejercicio físico y seguramente estén comiendo diferente o más de lo habitual.
Ellos gozan de inmunidad estética: «cuánto más feos más hermosos» dice un refrán.
De George Clooney pensamos que son sexys las canas.
De Richard Gere creemos que es un hombre maduro. A nosotras nos dicen «viejas».
Cuando no encajamos en los modelos de belleza hegemónica nos dicen feas, gordas, a ellxs «interesantes».
Privilegios del patriarcado.

Nosotras hemos crecido de la mano de las Barbies, de la tintura platinada, de las gaseosas de dieta, el yogurt para ir al baño y «no estar hinchadas», los tapa ojeras porque parece que ser mujer y verte cansada es un «pecado, los corpiños con relleno (no conozco varones que se rellenen la bragueta) y con la gilet en la mano en verano no vaya a ser que «se note que tenemos pelos».
Creo que está cuarentena nos está mostrando la realidad de nuestros cuerpos diversos sin maquillaje, a todes por igual.
Nos invita a preguntarnos ¿Somos esclavas o elegimos? ¿Son mandatos o deseos personales?
¿Nuestra valor se mide por nuestra apariencia? ¿Nos «cuidamos» para agradarnos a nosotras o para agradar a otrxs?
¿Medimos el valor de lxs otrxs por su apariencia? ¿Por qué necesitamos hacer comentarios y comparaciones sobre el cuerpo de lxs demás?

Yo quisiera que mi hija me vea quejándome menos y aceptando me más. ¿Qué piensan?

Lic. Carolina Mora

Mail lic.carolinamora@gmail.com

¿Hasta cuándo mamá? Está Pandemia

¿Hasta cuándo mamá? Me preguntó mi mayor hoy.
No lo sé.
Quisiera decirle una fecha, un día en particular, de cuándo va a terminar este encierro y podamos ver y abrazar a quienes queremos.
¿Para mi cumpleaños ya no va a estar el coronavirus?
No lo sé hija. Ya pasamos el cumple de papá, ahora pasaremos el mío y no se realmente si para el suyo podras tener una fiesta con amigos como quisieras

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¡Quisiera que está noche las noticias digan que ya salió la vacuna del coronavirus!
¡Yo también quisiera hija! Es lo que más me gustaría en este momento. Verte feliz abrazar a tus abuelos y a tus amiguitos y amiguitas.
Verte salir afuera, volver a disfrutar las plazas llenas de familias jugando relajadas y sin miedo.
En cambio hay días que te veo triste. Hoy, por ejemplo, quisiste quedarte casi todo el día en el sillón recostada. No tuviste ganas de jugar, ni pintar, ni saltar ni bailar. Apenas te convencimos de leer algunos cuentos y ver dibujitos.
«Me aburro jugando sola» nos decís. Querés jugar con nenas y nenes.
Extrañas la escuela, no tanto por tu maestra, pero si por los recreos y los juegos.
¿Qué pasaría si hacemos la cuarentena con una amiga? Me preguntas.

Mamá te explica que no sos la única nena que se siente triste a veces y que extraña. Muchxs se sienten asi, lloran más, se enojan más y están más pegados a mamá y papá. Lo entendés, es lógico. Pero igual no alcanza. Querés que ya se termine el coronavirus y yo también.
Porque no es solo la cuarentena ni el bendito aislamiento social. Es también convivir en casa con mamá y papá más cansados y haciendo malabares para poder trabajar, dar clases y estudiar. Es convivir con un contexto de preocupación e incertidumbre. Es salir a la calle y vernos de cara tapada, saludar de lejos a tus vecinos aunque te moris de ganas de jugar juntos.

¿Hasta cuándo hija? No sé. No sabemos. No sé cuándo vamos a poder hacer algo similar a «la vida normal». Este virus nos puso patas arriba. Nos está enseñando muchas cosas. Ojalá vos estés aprendiendo a ser resiliente, a encontrar una ventana al mundo, un espacio de libertad personal a pesar del encierro. Acá seguimos estando mamá y papá para acompañarte.

¿Cómo siguen llevando está Pandemia sus pequeños y pequeñas?

Lic. Carolina Mora

Mail lic.carolinamora@gmail.com

Tel 1155641995

Licencia de la maternidad

Hoy elegiría licencia DE la maternidad
No mucho, apenas unos días me alcanzarían para darme todo lo que mi realidad no puede.
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Dormir largas horas de corrido
Ir al baño sola
Comer la comida caliente sin hacer piruetas con pibito colgado del cuerpo.
Tener una conversación sin interrupciones.
Cocinar sin que se me queme la comida.
Empezar algo y poder terminarlo.
Leer sin que nadie raye a colores las páginas de mis libros.
Bailar algo que no sea Disney o canticuenticos.
Tomarme todo mi tiempo para bañarme sin el estrés de llantos de fondo.
Pintarme las uñas y que se me sequen antes de tener que aupar a ningún pequeño.
Vestirme sin miedo a manchas indeseadas de manitos pequeñas y calentitas.
Cocinar algo que me guste a mi y no algo apto niñes.
Dedicar un día entero a no salir de mi cama.
Ver maratones de series abrazada a mi compañero.
Tener horas libres para escuchar mis pensamientos.
Hablar hasta las 3am con amigas sin la angustia de ser al otro día un zombie al cuidado de niñes.
Tomarme unas ricas birras sin cuidar de la lactancia.
Hacer mil cursos que me interesan sin pensar en si me va a dar la atención por deprivación del sueño.
Disfrutar de la casa en silencio.
Ponerme ropa no apta teta.
Sobretodo y ahora que lo pienso bien, con dormir de corrido unas 10 horas me alcanzaría 🤣

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¿Cómo sería la cuarentena sin ser maternante de niños pequeños?

Ilustración Leila Ramos

Mamá «Home Office»

Ayer llamé al servicio de atención al cliente de una compañía de telefonía móvil. Me atendió una mujer. Mientras ella me explicaba cosas, empecé a escuchar una vocecita que le decía “mamá, mamá”. La mujer le hacía “shhh” bien bajito. Adiviné su dedo índice en su boca y sus gestos suplicantes hacia le niñe. Se dispersaba en lo que me decía, no estaba pudiendo con ese multitasking horroroso.
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Mamá está trabajando, no puede atender a tu demanda.
Mamá está enloqueciendo.
Mamá no tiene ninguna herramienta, porque no existe, que le permita hacerte entender, niñe, que aunque ella esté en casa, no puede dedicarse a vos.
Mamá no va a poder jamás hacerte entender que no está disponible, aunque la estés viendo. Y vos lo único que vas a entender de todo esto es que, por alguna razón injusta y horrible, mamá te pide que te calles aunque ella y vos estén ahí, porque yo, que no existo en tu realidad, tengo más derecho a ser atendida por tu madre en este momento, porque ella está trabajando.
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No podrías entender jamás porque por fortuna toda esta pandemia no entra en tu ser inocente y mágico. Es hermoso que no entiendas todo esto, pero es definitivamente horrible e injusto que tu mami esté pidiéndote que te calles porque tiene que atenderme a mí y a cientos de personas más por día. Ojalá a tu mamá no le grabaran las llamadas, porque si las llamadas no se grabaran yo sin duda le hubiese dicho “¿sabés? quedate en línea conmigo como si me estuvieses atendiendo estos inconvenientes irrelevantes que tengo con el servicio, y jugá con tu hije, abrazale, dale de comer, bañale. Qué sé yo, hacé lo que tengas que hacer que es lo más importante del mundo ¿sabés? sí, sí sabés, qué te voy a decir yo. Andá y hagamos de cuenta que estás laburando desde tu casa, porque es injusto que tu hije tenga que entender algo que es absolutamente incomprensible.” No le pude decir nada porque pensé que encima capaz la bardean de su trabajo porque se escucha a su hijite de fondo en las llamadas. Pero ojalá que haya sentido el abrazo inmenso que le dí.
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El texto es de @la.agustina.ps, @espacio.amancay
Foto: Latam.karpersky
➡️❓¿Qué sintieron al leer esta experiencia? ¿Cómo manejan el «Home Office».

Llega de hermanitx en Pandemia

«Estoy embarazada y tengo fecha estos días, en la clínica no dejan que mi hijo mayor vaya a conocer al hermanito, ¿Cómo me manejo esos días con él?»
Si el nacimiento de un segundo hijo o hija ya traía bastante culpa o temor a «desplazar» al primero, en este contexto se puede ver acrecentado.
Cómo siempre les digo, no hay fórmulas para nadie, pero si podemos pensar algunas líneas de acompañamiento posibles.
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Si tenías pensado que tú mayor se quede con sus abuelos o abuelas, tal vez estés re definiendo el modo. A la institución no puede ir, tal vez pasen 48 o 72hs sin verse.
¿Que podés hacer? Construir una narrativa, un relato que le brinde contención y le permita simbolizar algo de todo esto. Es posible que tú hije sienta confusión, enojo, miedo, tristeza o ansiedad y alegría ante la inminente llegada del nuevo bebé a la familia. Una propuesta interesante, además de los típicos cuentos de llegada de hermanitx, es escribirle vos, a su medida, un relato, un cuento para elaborar algo de esto. El personaje de «El monstruo de los colores» es una buena base por su versatilidad y sencillez para hablar de las emociones (acá no hay nuevo bebé pero lo use para hablar de la Pandemia).

Podés elaborar un calendario de la semana en la que se produce el nacimiento, dónde ubicar con quién va a estar durante tu internación y que actividades puede hacer. No hace falta que se lo muestres con demasiada anticipación, puede incluso elaborarlo con quién le cuida el mismo día que te internas. La idea es que le sirva para ordenar el tiempo y marcar los días que faltan para volver a verte y conocer al nuevo bebé.
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Cada día podés dejarle una sorpresa, que le recuerde que pensas en el o ella. Puede ser un vídeo de vos contándole un cuento, un dibujo o una búsqueda del tesoro, no es necesario que sea algo material o comprado, podés incluso envolver un juguete que use con poca frecuencia.
Si querés que reciba algún regalo cuando conozca al bebé, una alternativa es decirle que es un reconocimiento porque se convirtió en hermano/hermana mayor.

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¿Están atravesando está situación? ¿Qué estrategias usaron?

Lic. Carolina Mora

Mail lic.carolinamora@gmail.com

Refugio puérpero en Pandemia

…Si eres una madre reciente y tienes cada día y cada noche que cuidar a tu criatura, cuida de ti también. Te animo a que te protejas no solamente quedándote en casa, sino estando atenta a lo que entra en tu hogar, las noticias, los mensajes, los audios, las conversaciones, para que elijas conscientemente aquello que te hace bien, lo que te da energía y fuerza para tu momento.

Soy consciente de que, en estos tiempos, lo que menciono es casi una heroicidad, que no vivir el miedo es sencillamente difícil. Pero recuerda que tú eres afortunada, que tú y tu bebé podéis estar inundados de oxitocina y de momentos de tranquilidad y amor constantes que te llegan a través del vínculo con la criatura.

Si puedes, disfruta, intenta no perderte entre las redes y las estadísticas, procura aislarte del mundo exterior y vivir en tu tiempo lento, húmedo, calentito y balbuceante.

Querida madre puérpera, deseo de corazón que puedas hacerlo, que te olvides un poco del mundo y construyas el vuestro propio dentro de tu cueva. Ese espacio íntimo y único que hacéis entre vosotros dos puede ser un lindo amortiguador en estos tiempos de caos, puedes aislarte sin culpa. No es tiempo de luchar, no es momento para ti de estar en la trinchera. Te toca intentar disfrutar de tu puerperio hermoso y merecidísimo, maternar con todo el placer que puedas para aminorar la huella de este susto que vivimos a base de hablar con tu bebé, de dar besos, mordiscos, y acurrucarte horas y horas a su ladito.
Feliz encierro puérpero.

Esther Ramírez Matos
Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal

Si te sentís sola, podés pedir ayuda

Lic. Carolina Mora

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