Pandemia y salud mental

El tiempo pasa pero la pandemia y el aislamiento continúan. El foco está puesto en la salud física. ¿Pero qué sucede con la salud mental? Para profundizar sobre este interrogante conversamos con Carolina Mora, psicóloga perinatal y especialista en orientación a padres, madres, y cuidadores en las crianzas.

¿Qué significa gozar de buena salud mental en el caso de las infancias?

-Para tener un buen desarrollo psicoemocional, qué tiene que ver con lo que es la salud mental, las infancias necesitan varias cosas: cuidadores disponibles, atentos y responsivos a sus necesidades. Un ambiente que facilite su desarrollo, que le brinde experiencias diversas, acordes a sus intereses y a sus desarrollos madurativos. Necesitan habitar el espacio al aire libre, el contacto con la naturaleza, porque estimula distintas conexiones neuronales y diferentes sentidos. A la vez que les presenta desafíos diversos.

Además es imprescindible la vinculación con sus pares, que es con quienes van a poder ejercitar distintas habilidades emocionales y desarrollar otro tipo de aprendizajes.

Cuando hablamos de salud mental y psicoemocional en la niñez hablamos de infancias que pueden vivir esas experiencias, registrar sus estados emocionales y que los pueden comunicar. Y encontrar grados de regulación emocional, y el acompañamiento para esta regulación en los adultos cuidadores.

Y sobre todo un signo de salud en la infancia es el juego. Los niños, niñas y bebés que puedan jugar están desarrollando salud psicoemocional. A través del juego los niños procesan distintas situaciones doloras, difíciles o temores. La expresión a través del juego y el dibujo, nos da una gran ventana de oportunidad para el desarrollo en la primera infancia.-

¿Cómo trabaja un psicólogo con los niños? ¿Se trata de de sesiones basadas en la conversación como sucede con los adultos?

-Yo no trabajo con niños directamente, lo que hago es un trabajo que se llama orientación a padres (madres, padres y cuidadores) por lo que el trabajo es con los adultos responsables de ese niño o niña. Algunas veces en estas sesiones, previo a la pandemia cuando atendía presencial, veía el juego vincular, esta interacción entre este niño o niña y sus cuidadores.

Pero en general trabajo brindando psicoinformación respecto a que es esperable en el desarrollo evolutivo en determinada edad. Facilito información acerca del acompañamiento, del desarrollo saludable y la puesta de límites amorosos. Brindando diferentes estrategias para trabajar las distintas dificultades que puedan aparecer durante la primera infancia.

Los psicólogos y psicólogas que trabajan específicamente con niños por lo general lo hacen cuándo ya han transitado la primera infancia y en los niños pequeñitos se trata de trabajar más con las madres y los padres. Salvo que el niño o la niña tenga alguna discapacidad o diagnóstico que requiera un tratamiento directo con él .Y en esos casos se trabaja a través del dibujo, del juego y la psicoeducación. Dependiendo del marco teórico con el que trabaje el profesional se van a desarrollar ejercicios que estimulen distintas actividades cognitivas para trabajar aspectos emocionales y conductuales.-

¿Es decir que madres y padres ocupan un lugar central en la terapia de sus hijos?

-Siempre en la terapia cuando trabajamos con crianzas los padres, madres y cuidadores principales ocupan un lugar primordial. No podemos en 1 hora de encuentro semanal con este niño o está niña modificar grandes cuestiones, si no encontramos un equipo de trabajo con esta familia que está criándolo en la vida cotidiana. Cuando uno trabaja en tratamientos de niños se trabaja de forma integral con los cuidadores, con las instituciones a las que este niño asiste y en intercambio con pediatras o profesionales de distintas disciplinas.

Siempre se observa el contexto en el que el niño o niña está inmerso, su ambiente y que desafíos tiene por delante.-

¿Se puede dar continuidad a los tratamientos psicológicos durante la pandemia?

-Para mí que trabajo con adultos la videollamada es una vía que prácticamente es igual de efectiva que la consulta presencial. Son pocos los casos en los cuales es un impedimento real el no tener un encuentro presencial. Generalmente esto podría darse con patologías más graves que no son las que yo suelo abordar. Sí tengo muchas colegas que trabajan en consultorio de niños y ahí se les ha complicado bastante la continuidad de los tratamientos. Porque no es lo mismo la interacción para un niñito pequeño a través de la pantalla. La concentración es otra y las distracciones son otras. Los niños y las niñas requieren de mucho cuerpo para jugar y esto es difícil de prestar a través de una pantalla.-

En el contexto de pandemia y aislamiento de lo que más se habla es de la salud física ¿Pero qué sucede con la salud mental de los niños?

-Es imposible predecir consecuencias a largo plazo respecto del impacto que va a tener este aislamiento y la pandemia en la salud mental de los niños y las niñas. Sí podemos decir que en este momento estamos encontrándonos con muchos síntomas y muchas manifestaciones que son o bien producto del contexto de cómo están viviendo en la familia este momento, o bien se han intensificado por la pandemia y el aislamiento.

No tenemos que olvidar que no es solo la pandemia, es también el estrés de las familias, los cambios de rutinas, la desaparición de espacios de intercambio entre pares, la desaparición de las instituciones. Todas estas cosas están impactando en el cómo los niños y las niñas están viviendo su desarrollo. Y vemos diversas consecuencias o sintomatologías: mucha revolución emocional, irritabilidad, dificultades en el sueño, manifestaciones en relación a los límites, mucho desborde emocional e incluso algunos niños están teniendo síntomas de enuresis, es decir que vuelven a hacer pis en la cama. Las manifestaciones son diversas.-

¿Qué sucede con el aumento del uso de pantallas que implicó el aislamiento?

-El aumento del uso de pantallas es un problema que encontramos hoy en día, y del que nadie está exento. La verdad es que compartir tantas horas de cuidado a la par que se está trabajando no es fácil. Y las pantallas aparecen como aliadas para que los niños y las niñas estén tranquilos, quietitos y prestado atención a algo por un rato. Pero la verdad es que son altamente adictivas y está habiendo muchas dificultades para su regulación. Sabemos que en menores de 2 años no están recomendadas ni un minuto por día. Lo cual es difícil de concretar en este momento. Muchas de estas familias recurren igualmente a las pantallas a veces porque hay hermanos mayores y entonces esta exposición a veces no está pudiendo ser evitada. En los casos en los que es excesiva tiene consecuencias en el desarrollo del lenguaje, la atención y la concentración. Como así también en la capacidad de juego simbólico o de jugar de forma sostenida. Incluso en lograr vínculos con otros.-

¿Qué pasa con la salud mental de los adultos que los acompañan?

-La salud mental de las personas que cuidan, obviamente está completamente atravesada por la pandemia y por el estrés. No sólo por el miedo a enfermar o a que enfermen nuestros padres, los abuelos de los niños, las personas mayores. Si no también el miedo a enfermar y pensar si nos van a poder atender o no. El miedo de salir a la calle y toda la hipervigilancia que hay que tener para cumplir con los protocolos. No es tan fácil de sostener por tantos meses ese nivel de atención y de cuidado.

Además nosotros también estamos privados de contacto con nuestros pares y de momentos de dispersión por fuera de casa. Y se suma a esto los casos en los que hay dificultades económicas, presiones laborales y jornadas extendidas que no tienen fin por estar completamente hiperconectados.

Lo que estamos viendo sobre todo es muy poca disponibilidad para jugar, para prestarle atención a los niños en exclusiva porque estamos en modo multitarea constantemente y con mayor irritabilidad.-

¿Qué herramientas y recomendaciones podes darnos para afrontar lo que resta de esta pandemia?

-No es fácil, pero lo que se recomienda es intentar encontrar espacios de escape emocional. Puede ser una caminata, cumpliendo obviamente la distancia social, o momentos de yoga en casa. Es decir buscar el modo para que los adultos puedan tener todos los días al menos 1 hora para sí mismos. Ya sea cuando los niños duermen en las siestas o por la noche. O bien ir tomándose recreos a lo largo del día para leer o hacer lo que necesiten por fuera del trabajo y el cuidado. Ver una serie, aunque es bueno evitar un poco las pantallas, también puede ser una vía de escape o hablar con un amigo o amiga.-

Dedicarnos tiempo a nosotros mismos nos permite recuperar energías y cierto equilibrio. Y siendo un adulto autoregulado, además de ser un ejemplo para el niño (ellos nos miran todo el tiempo) tenemos mayor posibilidad de lograr ser empáticos. Y así respetar tanto nuestros procesos como los de quienes nos rodean. Y poder ayudar al niño a identificar lo que le pasa, comprender sus razones, guiarlo para que pueda expresarlas y brindarle contencion

Nota: https://juegotecatrotamundo.wordpress.com/2020/10/11/salud-mental-y-pandemia-gestion-de-las-emociones-en-ninos-y-adultos/

La salud mental materna importante

Parece una obviedad, pero no lo es.
En un sistema de salud como el nuestro, en el que durante todo el embarazo acudimos (en condiciones habituales) a chequeos médicos al menos una vez al mes y seguimos la misma frecuencia con los controles pediátricos, la salud mental materna es dejada de lado sistemáticamente.
Tenemos controles de peso, de presión, ecografías y análisis de sangre, pero son muy pocos los obstetras/pediatras que contemplan aspectos emocionales y anímicos como parte de la salud integral.
Nos preguntan por antecedentes de salud física personales y familiares, pero no tienen en cuenta antecedentes psicologicos ni psiquiátricos.

La salud no es solo física, la salud es salud integral: del cuerpo, del psíquismo e incluso tiene en cuenta aspectos como economía y vínculos.
Sabemos que el embarazo y el postparto no son factores protectores de la salud mental, por el contrario son momentos de mayor vulnerabilidad y grandes oportunidades para abordar conflictos previos que se re actualizan.
Sabemos que de las mujeres que padecen alguna patología de salud mental durante el embarazo y el postparto, un 75% no reciben diagnóstico oportuno.
Sabemos que la ansiedad, el estrés y cuadros como la depresión pueden impactar en el desarrollo del embarazo incluso aumentando el riesgo de patologías como hipertensión o amenaza de parto prematuro.
Sabemos además que cuadros de salud mental no tratados de forma oportuna o idónea afectan la capacidad de respuesta materna y pueden afectar a largo plazo el vínculo.
Contamos con herramientas de screening sencillas y rápidas, como la escala de Edimburgo. Contamos con psicólogas y psiquiatras con formación específica en el área Perinatal.
Necesitamos que la especialidad llegué a los centros de salud e instituciones públicas y privadas, para que acceder no sea un privilegio sino un derecho.
LA SALUD MENTAL MATERNA es salud para el infante, es salud familiar y es salud para la sociedad entera.

Lic. Carolina Mora

Mail lic.carolinamora@gmail.com

Salud mental Perinatal y Pandemia

El periodo del embarazo y el postparto son momentos de vulnerabilidad psiquica. La pandemia de coronavirus es una situación de crisis social que se suma a la crisis vital que viven las mujeres embarazadas y puerperas. La amenaza real genera miedo a contraer la enfermedad y que se vea afectada la salud de su bebé.
El aislamiento, tan necesario para controlar el brote pueden generar mucha angustia debido al aíslamiento y la difícultad de vincularse con los seres queridos y la red de sostén de forma presencial. En las embarazadas a la par se vive la incertidumbre en relación al parto y la seguridad del mismo: ¿Podré realizar los controles con normalidad? ¿Se verá afectada la atención el día del Nacimiento? ¿Habrá probabilidades de que me contagie durante la internación?
Si el bebé ya nació el temor se centra sobretodo en qué se vea afectada su salud.

Todas estás preguntas, estos miedos son respuestas esperables ante una situación de estrés que activa los circuitos de adrenalina.
Es importante poder poner en palabras estos miedos, no reprimir lo que sentimos. Llorar, angustiarse, sentirse ansiosa son respuestas posibles y es necesario darle lugar a lo que sentimos.
Intentar protegerte de la sobre información, acceder a información oficial y consultar con tu médico de confianza es fundamental.
Apoyarte en las personas con las que convivís y también mantener el vínculo por videollamadas con tu familia y amigos es necesario.
Ocupar tu mente en actividades que te distraigan y te den placer o tranquilidad: hacer trabajo manual, cocinar, jardinería, leer o meditar pueden ayudarte a sentirte mejor.
Si estás emociones te desbordan, si estás tomada por pensamientos catastróficos, consulta a una psicóloga Perinatal, muchas antedemos por videollamadas en este momento.

Lic. Carolina Mora

Mail lic.carolinamora@gmail.com