Parece una obviedad, pero no lo es.
En un sistema de salud como el nuestro, en el que durante todo el embarazo acudimos (en condiciones habituales) a chequeos médicos al menos una vez al mes y seguimos la misma frecuencia con los controles pediátricos, la salud mental materna es dejada de lado sistemáticamente.
Tenemos controles de peso, de presión, ecografías y análisis de sangre, pero son muy pocos los obstetras/pediatras que contemplan aspectos emocionales y anímicos como parte de la salud integral.
Nos preguntan por antecedentes de salud física personales y familiares, pero no tienen en cuenta antecedentes psicologicos ni psiquiátricos.
La salud no es solo física, la salud es salud integral: del cuerpo, del psíquismo e incluso tiene en cuenta aspectos como economía y vínculos.
Sabemos que el embarazo y el postparto no son factores protectores de la salud mental, por el contrario son momentos de mayor vulnerabilidad y grandes oportunidades para abordar conflictos previos que se re actualizan.
Sabemos que de las mujeres que padecen alguna patología de salud mental durante el embarazo y el postparto, un 75% no reciben diagnóstico oportuno.
Sabemos que la ansiedad, el estrés y cuadros como la depresión pueden impactar en el desarrollo del embarazo incluso aumentando el riesgo de patologías como hipertensión o amenaza de parto prematuro.
Sabemos además que cuadros de salud mental no tratados de forma oportuna o idónea afectan la capacidad de respuesta materna y pueden afectar a largo plazo el vínculo.
Contamos con herramientas de screening sencillas y rápidas, como la escala de Edimburgo. Contamos con psicólogas y psiquiatras con formación específica en el área Perinatal.
Necesitamos que la especialidad llegué a los centros de salud e instituciones públicas y privadas, para que acceder no sea un privilegio sino un derecho.
LA SALUD MENTAL MATERNA es salud para el infante, es salud familiar y es salud para la sociedad entera.
Lic. Carolina Mora
Mail lic.carolinamora@gmail.com