Desde hace ya varias semanas que estamos cumpliendo el aislamiento social preventivo y obligatorio. Durante este tiempo vengo compartiendo textos en relación a lo que los sucede, a nosotras, adultas y mujeres ejerciendo el cuidado 24*7. Hablamos de caos, ambivalencia, agotamiento, estrés y autocuidado.
.
.
¿Cómo lo viven nuestros hijos e hijas? ¿Acaso para elles no es también una situación de estrés?
¿Qué costo tiene para su salud emocional el encierro? ¿Visibilzamos las desigualdades a las que están expuestos?
.
.
Los bebés, niños y las niñas están haciendo un esfuerzo enorme en esta cuarentena. Si bien en muchos casos sienten la alegría de compartir con sus ma/padres/cuidadores 24*7 y esto compensa en cierto modo la perdida de otros espacios, para otros estar en casa es quedar más expuestos a situaciones difíciles.
Recordemos que no todas las familias pueden ser amorosas con las crianzas, que no todas tienen recursos como internet, que algunas incluso viven hacinadas. En hogares dónde ya existía maltrato de forma sistemática, este se vuelve más intenso.
.
.
Aun hablando de hogares amorosos que intentan llevar una crianza lo más respetuosa posible, en los bebes, niños y niñas el aislamiento impacta fuerte.
Por empezar probablemente se encuentran con ma/padres/cuidadores más nerviosos e irritables, más preocupados, presionados intentando balancear entre la crianza y el trabajo en casa, por ende, menos pacientes. Luego, pierden sus espacios de socialización secundaria (salidas a la plaza, jardín, casa de abuelos y amigos) y ven limitada su movilidad y despliegue corporal.
Es fácil ver qué todo esto genera mucho estrés y puede traer aparejado distintas formas de expresarlo: cambios en el sueño, más demanda de la teta, episodios de enuresis, berrinches, entre otros. Si. A ellos también les pasan cosas. También viven el estrés y lo expresan como pueden. En principio, son reacciones esperables a una situación extraordinaria. ¿Nos preocupa? Debemos prestarles atención, escuchar lo que nos vienen a decir. Darles espacios para expresar a través del juego y el arte. Ayudarles a ponerle palabras a sus emociones. Si bien probablemente se trae de desórdenes transitorios, buscar orientación profesional en crianza puede ser de gran ayuda.
.
.
Lic. Carolina Mora
Mail lic.carolinamora@gmail.com