En los varones también se da una revisión de la propia historia de crianza, de las figuras maternas y paternas, en busca de referentes.
Este momento suele ser una oportunidad para re configurar los vínculos, sanar conflictos y re encontrarse en los vínculos con la familia de origen. Otras veces cuando los conflictos se reavivan con mucha intensidad suele ser complicado lidiar con ellos.
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.Tanto en la persona gestante como en su pareja es frecuente que durante este tiempo se vuelva a jugar la propia historia como hijx: ¿cómo fue mi crianza? ¿qué me gustaría repetir y qué “jamás” haría con mi hijx? Se pone en juego de forma identificatoria qué aspectos tomaría de mi propia madre/padre y en cuáles no queremos vernos reflejados.
Este proceso puede generar mucha angustia, ansiedad y necesidad de poner en palabras estos pensamientos.
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En este proceso muchas veces nos damos cuenta que en nuestra infancia no recibimos la contención, la validación o el afecto que necesitábamos. Es como si al mirar a nuestro bebé o hijx nos re encontrará con nuestra propia infancia, reactualizando el duelo por aquello que no tuvimos o nos dolió. Estos duelos cobran fuerza nuevamente y nos interpelan emocionalmente.
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Dejarse conmover sin miedo por estas emociones, recordar y poner en palabras el dolor es difícil y a la vez necesario. Es importante poder elaborar esto que sucede sin esconderlo e incluso poder contar con un espacio terapéutico o abrir el diálogo con nuestra familia. Enojarnos, ponernos tristes para luego aceptar, poder entender que nuestros ma/padres (o quiénes nos criaron) hicieron lo mejor que pudieron, con sus recursos, con sus propias historias de crianza, con la información que contaban en ese momento nos permitirá ir sanando en este proceso.
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Lic. Carolina Mora
Mail lic.carolinamora@gmail.com
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