Mis dos lactancias iniciaron con un enorme deseo de amamantar y con mucha información, pero soy conciente que con eso no hubiera bastado para establecerlas y sostenerlas.
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Ambas lactancias fueron precedidas por partos fisiológicos, con escasa intervención. Mis bebés se prendieron al pecho y estuvieron en contacto continuo de forma inmediata, eso facilita las cosas.
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Necesite del acompañamiento de mi compañero, que me sostuvo y alentó en cada dificultad que se presentó. Se que soy una privilegiada porque en ambas experiencias la balanza siempre acompaño desde los inicios y cuando esto no sucede puede ser muy difiicil encontrar pediatra que tenga paciencia.
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En ambas lactancias las puericultoras tuvieron un papel importante. Con Cata nos acompaño @oroblancolactancia desde el inicio hasta el destete. Y con Julián tuvimos a las puericultoras de la MEC visitandonos a diario para cuidar la ganancia de peso de mi mini bebé de 2550kg. En la vuelta a casa, Sandra nos vino a socorrer con la bajada de la leche que fue muy dolorosa y nos enseñó que en su caso por ser tan pequeñín (37 semanas) Julián necesitaba que lo despertemos para darle pecho y si fue necesario el reloj.
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Tuve el privilegio durante los primeros 6 meses de ambas experiencias de no trabajar fuera de casa. Con Julián comencé a atender online, algunas bebés con bebé dormido a upa o en su teta.
No hubo plazos externos ni baños para sacarme leche, ni largas horas separados.
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Con Cata fui fundamentalista. La mamadera y el chupete me parecían malas palabras.
Con Julián, la mamadera fue una aliada cuando quise salir a despejarme o volver a trabajar fuera de casa. Su papá supo crear un vínculo mucho más cercano, al día de hoy puedo decir que el apego que tiene con ambos es prácticamente el mismo. En esta experiencia me encontré más flexible y con más necesidad de no poner tanto el cuerpo y volver a ciertos espacios. Me encontré con pocas ganas de sacarme leche, lo hice los primeros meses pero a la vez siempre había una cajita de formula en casa. Cuando yo me iba le daba mi leche y si no alcanzaba entraba la fórmula. Ya para mí la fórmula no fue más mala palabra.
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Yo tuve muchos privilegios y lucho para que cada persona que desee amamantar encuentre los mismo apoyos que yo. La lactancia debe ser una responsabilidad colectiva.
Lic. Carolina Mora
Mail lic.carolinamora@gmail.com