Tiempo fuera?

¿Quien no conoce esta práctica de «castigo» en la crianza?
El tiempo fuera se utilizó y se sigue usando como medida de control conductual a las infancias.
Cuando un niño o niña se porta mal, está técnica indica que hay que dejarle afuera del juego o de la situación placentera. Muchos jardines lo utilizan como «la silla de pensar» dónde se les obliga a quedarse sentados y apartados del juego para que «recapacite» sobre su conducta.
¿Sirve esta práctica? Sabemos que si bien en apariencia puede parecer que si, en realidad es improductiva. Los pequeños no tienen la capacidad de reflexionar solos sobre sus conductas y apartarlos solo les genera bronca y les obliga a «pedir perdón» o deponer su actitud solo como forma de volver a participar del juego.
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PERO podemos re pensar está técnica de una forma muy efectiva.
Si tomamos el «tiempo fuera» para nosotras, las personas que cuidamos.
SI, así como escuchaste.
Y ¿Cómo sería? Cuando nos sentimos sobrepasadas por la situación, por la angustia, por el desborde emocional que observamos en nuestros hijos e hijas, es necesario poner una pausa.
Darnos unos minutos, aunque sean sólo 5 minutos, para salir de la situación mentalmente.
Tomar aire, hacer respiraciones profundas, ir al baño, lavarnos la cara, repetir algún mantra que nos dé tranquilidad, salir un momento del cuarto a otro ambiente…
Todas esas pueden ser pequeñas formas de tomar un «tiempo fuera» para demorar la respuesta, tomar distancia y observar la situación con más calma.
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Si notas que esto te sucede con frecuencia, es buena idea pensar en organizar espacios de cuidado por otras personas: niñera o familiares pueden ser aliados para ello.
NO TENEMOS QUE PODER CON TODO
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¿Usaste alguna vez está técnica?

Lic. Carolina Mora

Mail lic.carolinamora@gmail.com