Verte crecer es la cosa más increíble que me pasó en la vida.
Nunca me imaginé que me daría tanta mezcla de emociones, vértigo, alegría, miedo, nostalgia y orgullo.
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Verte crecer, verte superar desafios y encarar otros nuevos.
Verte desplegar tus recursos, tus propias herramientas y estrategias para hacerte un lugar en el mundo.
Verte atravesar miedos, superar etapas, conquistar tus pequeños territorios: mi vientre primero, la casa, luego el jardín y ahora la primaria.
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Es cierto lo que dicen que los días son largos y los años cortos. El tiempo mientras maternamos transcurre de forma misteriosa. Hay horas que parecen eternas y sin embargo los tiernos bebés se esfuman en nuestras manos para dar lugar a niñas y niños que desafían todos los esquemas.
Ya tenés tu carácter bien marcado, ya sabes que querés y como hacerte oír para conseguirlo.
Ya vas en busca de tus metas.
Es como la primera vez que te vi en la plaza decirle a un niño «¿Querés ser mi amigo y jugar?».
Estabas vos ahí, proponiendo, pidiendo, ya no me necesitas de intermediaria de cada interacción.
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Y este año terminas el jardín, se cierra un ciclo de 4 años. Me acuerdo nuestra primera experiencia en sala de dos. Mamá muerta de miedo, las dos tuvimos que aprender a confiar. Confiar en la institución, en las seños y confiar en vos, en qué ibas a poder disfrutar ese espacio.
Después, confiar en el nuevo jardín, tu querido jardín del barrio. Fueron tres años de compartir, de aprender a hacer amiguitos nuevos, de conocer un grupo de mamás y familias hermosas que ahora considero parte de mi tribu.
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¿Que nos traerá la primaria?
No lo sé. Espero que primero un espacio en el que te sientas cómoda, que se vuelva familiar, en el que puedas expresar todo tu potencial. Espero que nuevos amigos y amigas y espero que también algunos conocidos te acompañen en este nuevo ciclo.
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Lic. Carolina Mora
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¿Alguna más está atravesando el cambio de ciclo con sus peques?
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