Me puse a pensar en escribir esto después de leer la genialidad de cuento de @isol que lleva ese título (que es para niñes pero yo diría que el mensaje es más para ma/padres). Relata los pesares de unos padres recientes que se preguntan cuando dormirá solo su bebé, cuando comerá, en resumen, cuando dejará de ser tan demandante la crianza. Entonces van a una persona que les da una fórmula mágica para que deje de depender tanto y… Compren el libro así saben el maravilloso final.
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¿Cuantas veces creemos que va a ser imposible?
«Es imposible que duerma solo»
«Es imposible que deje el chupete»
«Es imposible que no llore cuando me voy»
«Es imposible que deje la teta»
«Es imposible que no se haga pis de noche»
«Es imposible que no se despierte mil veces»
» Es imposible que coma la comida»
«Es imposible que no haga berrinches»
«Es imposible que papá le duerma»
Y la lista podría seguir al infinito…
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No sé cuál es el misterio que nos hace creer que nunca crecerán, que las etapas difíciles no pasaran más.
Y lo que ayer parecía imposible, hoy lo logran. Y ahí estamos nosotres secandonos las lágrimas de emoción por el logro de ir recuperando nuestros tiempos, pero también de nostalgia porque ya no nos necesita para dormir, porque se pasó a su cuarto, porque ya entra sola al jardín, porque ya no nos extrañan…
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Cómo dice Carlos González, «la infancia es fugaz, que nuestro empeño por corregirla no nos impida disfrutarla»
Lic. Carolina Mora
Mail lic.carolinamora@gmail.com