Esta es una frase que circula mucho cuando nos referimos a niños y niñas, vamos a problematizarla.
.
.
En base a ella nos encontramos cediendo en cuestiones de la crianza que nos hacen sentir incomodidad por temor a fallar a las necesidades de nuestrxs hijxs.
.
.
Muchas veces pedimos lo que no necesitamos, muchas veces niños y niñas piden algo que no necesitan, como una forma de desplazar una necesidad real.
Generalmente esa necesidad tiene que ver con recibir atención, afecto o tiempo de nuestra parte.
.
.
Piden pantallas cuando necesitan jugar, piden caramelos cuando necesitan comer algo saludable, piden un juguete cuando necesitan un abrazo…
.
.
Es importante como madres y padres aprender a leer qué necesidad se esconde detrás de ese pedido explícito.
¿Estoy compartiendo tiempo suficiente?
¿El tiempo que compartimos es de calidad? Con calidad me refiero a brindarle atención exclusiva. Muchas veces estamos sentadxs «jugando» pero a la vez pendientes del celular.
¿Estoy demostrando mi afecto, diciéndole a mi hijx lo mucho que los quiero y lo importante que es para mí?
¿Me divierto jugando con el o ella? ¿O simplemente «hago como que juego» mientras pienso en otros temas a resolver?
.
.
Estamos acostumbrados a vivir corriendo, a la productividad constante, a hacer varias tareas a la vez…. En estos tiempos de crisis vivimos con una constante preocupación por la economía, por las responsabilidades y eso es lógico ya que es un peso que agobia.
Es entendible entonces que cueste tanto conectar con los tiempos de la infancia. Esos tiempos son finitos, particulares y nos invitan a conectar con nuestra capacidad lúdica y la espontaneidad.
Muchas veces estos pedidos de nuestrxs hijxs nos invitan a pensar estás cuestiones….
.
.
Lic. Carolina Mora