Que los niñxs pequeñxs y bebes se sienten más contenidos y a gusto durmiendo con sus cuidadores es algo que sabemos hace mucho tiempo. Luego de pasar 9 meses en constante contacto con el cuerpo materno, oyendo sus latidos, escuchando su voz y sintiendo su calor y movimientos, en nuestra cultura los bebes son llevados a dormir en catres o cunas, en la quietud. La mayoría se suele despertar apenas lo apoyamos, parecería que tuvieran espinas en el colchón.
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Sus micro despertares agotan, no podemos negarlo, pero es por capricho sino por las necesidades específicas de su sueño. El sueño pasa por distintas etapas, y va cambiando. Cómo duerme hoy un bebé no es predictor de cómo lo hará el resto de su vida.
Es importante entonces poder empatizar con ellxs, dando una respuesta sensible a sus necesidades. Y esto podemos hacerlo de diversas formas, haciendo colecho o con su cuna cerca, brindando sostén de papá o mamá, pero nunca dejándoles solos y menos llorando.
Cómo mamá las entiendo, se de la desesperación de necesitar dormir ya y de googlear a la noche «cómo mejorar el sueño de mi bebé», pero son peligrosas las respuestas que podemos encontrar porque el entrenamiento del sueño genera estrés en el bebé. Por eso es importante encontrar como balancear nuestra necesidad de sueño. Busquemos recursos en familia que sean respetuosos tanto de mamá cómo de bebé: dormir siestas, contar con cuidadores extra son solo algunos.
Gracias a las neurociencias sabemos que dormir cerca de nuestro bebé:
💜Favorece la instauración y mantenimiento de la lactancia materna y facilita las tomas nocturnas.
💜Aumenta los episodios de sueño REM, lo que disminuye o corrige los episodios de apnea del sueño, peligrosos para el bebe.
💜Disminuye la frecuencia y duración del llanto del bebé.
El bebé se duerme más fácilmente, incluso en los despertares nocturnos.
💜Sincroniza los ciclos de sueño de la madre y el bebé.Potencia el vínculo afectivo entre ma/padres e hijxs.
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Dormir cerca de nuestrxs hijxs de forma segura es una práctica de crianza válida y respetable. No es el pediatra ni los educadores quienes deben decidir dónde duermen sus hijos pequeños, sino que cada familia con información debe tener la libertad de elegir .
Lic. Carolina Mora
Mail lic.carolinamora@gmail.com