Mami…papi…. ¡Quiero domir con vos!

¿Qué es el Colecho?

Que los niños y bebes se sienten más contenidos y a gusto durmiendo con sus padres es algo que sabemos hace mucho tiempo. Luego de pasar 9 meses en constante contacto con el cuerpo materno, oyendo sus latidos, escuchando su voz y sintiendo su calor y movimientos, en nuestra cultura los bebes son llevados a dormir en catres o cunas, sin ese contacto constante. Hay otras culturas donde es habitual el Colecho. Pero, ¿Qué es? El colecho o cama familiar es una práctica en la que bebés o niños pequeños duermen con uno o los dos progenitores. Quienes sostienen el colecho como forma de descanso resaltan los siguientes aspectos positivos:

  • Favorece la instauración y mantenimiento de la lactancia materna y facilita las tomas nocturnas.
  • Aumenta los episodios de sueño REM, lo que disminuye o corrige los episodios de apnea del sueño, peligrosos para el bebe
  • Disminuye la frecuencia y duración del llanto del bebé.
  • El bebé se duerme más fácilmente, incluso en los despertares nocturnos.
  • Sincroniza los ciclos de sueño de la madre y el bebé.
  • Potencia el vínculo afectivo entre padres e hijos.

Si ambos padres están de acuerdo con la modalidad de Colecho, estas situaciones no traen mayores incomodidades ya que se trata de decisiones conscientes y consensuadas respecto de la crianza de sus niños.

Cada uno en su cama

No todos los padres se sienten cómodos con la idea de compartir la cama con sus niños, y entonces deciden que el niño duerma en su cuna o cama. Muy frecuentemente surgen dificultades a la hora de dormir e instaurar este hábito.

¿A qué se deben estas dificultades?

Sin dudas, estos fenómenos tienen motivaciones distintas en cada caso particular, pero podemos pensar en algunas cuestiones que se dan con mucha frecuencia. A la hora del sueño, a los papas les surgen algunos miedos: que el niño llore y no lo escuchen, que le esté pasando algo y no darse cuenta, entre otros. También los niños pasan por fases de miedos o terrores nocturnos en las que requieren especial paciencia y necesitan mayor contacto y seguridad departe de sus padres, lo cual los lleva a pasarse a la cama de ellos, en busca de protección y apego.

Para los adultos, el momento del sueño es un momento de intimidad, para estar a solas, o en pareja. Esto puede generar muchas fantasías y miedos. En los papas separados, aparece el encuentro con el vació de la cama, del cuarto y esto los lleva a encontrar consuelo compartiendo la cama con sus niños sin ser una decisión que tomen de forma consciente. Muchas veces las parejas pasan por dificultades y el traer a dormir a los hijos es un modo de no enfrentarse a ellas. Es frecuente que los papas o mamas trabajen muchas horas al día y sientan que compartiendo la cama recuperan ese tiempo perdido.

¿Por qué es importante que a cierta edad los niños duerman en otro cuarto?

Este paso no es menor, ya que el empezar a dormir sólo es uno de los grandes logros madurativos y una de las conquistas más importantes de autonomía.

Dormir sólo le brinda nuestros hijos la oportunidad de aprender a estar a solas, poco a poco el niño va a ir aprendiendo a regular sus estados de ánimo, va a ir armando rituales de juego antes de ir a dormir: canturrear, abrazar un osito, etc. Estos son rituales que lo ayudarán a aprender a estar a solas y lo acompañarán a la hora de ir a dormir. Ellos mismos iran tomando del adulto a través de su andamiaje las capacidades que los ayuden a regular su estado de ánimo y sentirse lo suficientemente seguros para prescindir de la presencia constante del adulto durante el sueño.

Para que nuestros niños puedan alcanzar estos logros, debieron contar primero con la presencia de un adulto amoroso, que pueda contener sus estados de animo, ayudarlo a regularse y ser fuente de seguridad. Esto es lo que se considera el apego seguro, que sera la base de la autonomía del sujeto.

¿Cómo favorecer que nuestro hijo empiece a dormir en su cuarto?

Debemos tener en cuenta que cuando nuestro hijo ya entró en nuestro cuarto o cama, él también encontró placer en nuestra compañía, es por esto que es probable que oponga resistencia a este cambio y debemos estar preparados para mantenernos firmes en nuestra decisión, siendo pacientes y respetando los tiempos que le lleve al niño lograrlo .

Cada familia encuentra sus propios recursos para esto:

  • Explicarle por qué debe dormir en su cama, que hay camas para niños y que la cama grande es para papas.
  • Decirle que si nos necesita vamos a estar, que puede llamarnos, y allí estaremos para él.
  • Podemos pedirle a que nos ayude a decorar su cuarto. Hacerlo participar en las elecciones lo ayudará a entusiasmarse con la idea de tener su propio espacio.
  • Generar un ambiente tranquilo antes de dormir, no ver programas de TV, jugar a jueguitos excitantes y evitar las discusiones ayudara a la familia y especialmente a los niños a relajarse.
  • Es importante instalar rutinas o rituales que anticipen que llega la hora de dormir: darle un baño, cantarle una canción o contarle un cuento, despedirse y decirle que se verán a la mañana.
  • Quedarnos a su lado hasta que se duerma si tiene miedo. Contarle un cuento es un buen recurso para que se vaya quedando dormido y además enriquezca su fantasía.
  • Dejar una luz de velador prendida, la puerta abierta y algún muñeco o peluche que lo acompañe

Consultas:

Lic. Carolina Mora: lic.carolinamora@gmail.com

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