¿Qué pasaría si las princesas Disney fueran madres?

¿Qué habría pasado si Disney nos hubiera mostrado relatos más realistas en relación al maternaje?
¿Alguna vez se preguntaron por qué ejemplo, en ninguna de sus películas se ilustra a una mujer embarazada o dando teta?
¿Es que acaso el estado de gestación y puerperio no son compatibles con la perfección de una princesa?
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¿Acaso de ahí nace el mandato que nos empuja a vivir el puerperio como si nada hubiera pasado por nuestro cuerpo?
A quien de nosotras no nos han dicho alguna vez: «tenés que arreglarte para tu pareja, no te dejes estar».
¿Cuánto hubiera cambiado nuestra expectativa en relación a la maternidad si hubieramos normalizado estás escenas de niñas?
¿Y si nos hubieran mostrado varones en roles de cuidado en vez de sólo súper héroes? ¿O varones conectados con sus emociones de ternura? (Y no solo emociones de agresión o conquista).
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Nos debemos un relato posible de la gestación, el parto y el puerperio para las nuevas generaciones. Un relato que hable en su idioma, en sus cuentos, dibujos y películas sobre lo maravilloso, caótico y transformador que es ese periodo de la vida.
Es necesario visibilizar y normalizar la crisis vital que representa el ma/paternaje, la gestación, las dificultades y el placer de la lactancia, las transformaciones en el cuerpo y en las emociones.
Celebro la nueva película «Red» la cual busca visibilizar un periodo de la vida, como es la menarca.
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Estás ilustraciónes maravillosas son de @annabell_ilustration
❓¿Qué efecto creen que hubiera tenido ver estás ilustraciónes en su infancia?
Les leo ❤️

Puerperios hegemonicos

Hace un tiempo se empezó a hablar de «Maternidad real» y «el lado B de la maternidad» para hacer frente a la CULTURA MEDIÁTICA HEGEMONICA Y PATRIARCAL que impone la difusión de un modelo de maternidad único y sin fisuras, libre de ambivalencias, dónde prima la presión por «recuperar» y borrar las marcas que dejó en nuestros cuerpos el embarazo. Toda la artillería mediática pensada por varones y para varones, se esfuerza por hacernos creer que la maternidad es solo rosa, ideal, libre de conflictos y para todas igual. Que los cuerpos pueden «volver a su lugar» rápidamente sin dejar huellas: «la maquinaria no puede parar». De este modo borra la experiencia subjetiva y los diversos modos, la complejidad, la riqueza y la profundidad con que cada persona transita su experiencia.
TODAS las experiencias de maternaje son reales y diversas.
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⚠️Que la puja por interpelar el modelo idealizado y mercantilista de maternidad que imponen los medios no nos lleve a abolir de la experiencia maternal el placer y el disfrute.
Que no nos lleve a sancionar a otras que eligen distinto y vivien la maternidad de otra forma.
Dejemos de señalar a la que le salió maquillarse para el día del parto, su experiencia es tan válida como la de quién se ve agotada con ojeras por el piso, sin ganas de mirarse al espejo.
Me parece grave leer, como lo hice en cuentas de profesionales, juicios de valor o conjeturas acerca de cómo es el vínculo de Pampita con su bebé.
Recordemos que lo que vemos ES UNA FOTO, un instante de la vida de esa persona, lo que nos quiere mostrar.
Seamos cuidadosas, porque ante todo, de quién hablamos es una persona puerpera.
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No queremos vernos empujadas a entrar en ningún molde pre fabricado de «como ser madre», estamos hartas de falta de apoyo y licencias acordes a nuestras necesidades y las de nuestros bebés.
Queremos que se muestren todo el abanico de experiencias y no sólo un puerperio funcional al sistema «hegemónico».
La maternidad tiene tantas letras y colores como mujeres que maternan.
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¿Qué impacto piensan que tienen estos mensajes?
Imagen: Rachel Mc Adams