Estuvimos en post anteriores hablando de desbordes emocionales en niños y bebés.
Pero… ¿Qué nos pasa a nosotrxs ante estas situaciones? ¿Qué emociones nos despiertan las «rabietas» o «berrinches» de nuestrxs hijxs? ¿Cómo reaccionamos cuando no hacen lo que les pedimos o esperamos de ellxs?
Adivinen… ¡Nosotrxs también nos frustramos! Y mucho!
Nos frustra perder el control de la situación.
Nos frustra que no sea como imaginamos. Qué nuestro hijo o hija no se comporte como esperamos.
Nos enoja como adultxs no saber cómo reaccionar. O que lo que sabemos no funcione.
Nuestra ira a veces es tan grande que cuesta empatizar con lo que está sintiendo nuestrx hijx.
Se nos vienen a la mente todas esas frases desafortunadas con las que crecimos: «ya te tomó el tiempo», «quien manda él o vos» y hasta «esto no pasa con un chirlo a tiempo».
A veces nos dan ganas de llorar, otras de descargar nuestro enojo o de salir corriendo.
¿Cómo manejar todo esto que nos sucede?
Acá les dejo algunas estrategias que pueden ayudar:
Respirar. Tomarnos un minuto para respirar hondo nos puede ayudar a ver las cosas más claras.
Contar hasta 10, repetir una frase como mantra «esto también pasará», «hoy no es siempre» o la que les sirva.
Retirarnos un momento de la situación: ir al baño a mojarnos la cara por ejemplo puede ayudar a observar la situación desde afuera y cortar el espiral de malestar.
Si nada de esto funciona y hay otra persona, pedir relevo. Que sea otrx quien se ocupe ahora del «berrinche».
Como siempre digo, las mamás y papás también hacemos berrinches, también nos dan ganas de gritar o patalear. Si te desborda la ira y sentís descargarla, no lo hagas con tu hijx. Usa un almohadón, encerrate a gritar o llorar en el baño, salí a caminar..
Si te pasó, si gritaste más de lo esperado o si se escapo un maltrato, reflexiona y una vez que ya están en calma conversen y pedí perdón. Hablar de lo sucedido ayudará a modular la emoción y analizar cómo actuar en futuras situaciones de conflicto.
Lic. Carolina Mora
01155641995