Ayer terminé de ver la primera temporada de la serie «Whoo la abogada extraordinaria». Disfrute mucho está producción surcoreana, fresca, ingeniosa y divertida que me llevo a viajar a otra cultura.
Y me quedo resonando una palabra: ternura.
Me pasó algo parecido a lo que sentí con Heartstopper. Me enamore y me emocioné.
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Whoo es una abogada autista o con autismo (algunas personas prefieren un termino y otras el segundo) que se incorpora a una firma importante de abogados y se enfrenta con muchas situaciones que la sacan de su entorno seguro. A los demás abogados les pasa de todo con ella y en especial, con su autismo. ¿Cuan común es convivir con personas con discapacidad en nuestros espacios laborales? ¿Está preparado el sistema para incorporarlas ? Cuando eso sucede ¿Cuánto debe esforzarse la persona para sobreadaptarse y cuánto nos esforzamos las personas «neurotipicas» para entenderlas?
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En el medio de esta historia Whoo inicia una relación con un joven y al entorno le pasa de todo también: ¿Pueden las personas con discapacidad tener derecho a elegir una pareja? ¿Qué le pasa a la sociedad cuando ve parejas diversas? ¿Qué prejuicios se activan?
¡Qué necesario es mostrar también en pantalla vinculos de pareja que se construyen desde la lógica del cuidado y la ternura, especialmente cuando esto se lo permiten los varones!… ¿Socialmente se los habilita para expresar esas emociones?
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Me vino a la cabeza esta frase del gran Ulloa:
«Hablar de ternura en estos tiempos de ferocidades no es ninguna ingenuidad. Es un concepto profundamente político. Es poner el acento en la necesidad de resistir la barbarización de los lazos sociales que atraviesan nuestros mundos.»
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¿La vieron? ¿Qué les pareció?

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