Hay etapas de la crianza que cuestan más y nadie lo dice.
Y no es para todas las personas que criamos igual.
El primer tiempo de bebés se identifica como el más complicado popularmente:
«Porque no dormís más»
«Porque lloran mucho»
«Porque todo es nuevo»
¿Y después?
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A mí por ejemplo reconozco que me cuesta mucho más la edad actual de mi hijo.
Mas llegando a los dos años y medio, cuando aparece la auto afirmación, es todo «¡No quiero!»; «¡Quiero más!»
Cuando le veo en ese minuto exacto en que empieza a pudrirse todo y se que no habrá retorno: el huracán ya se desató.
Me agota: escucharle llorar y quejarse. Gritarme. Tirarse al piso (por suerte no pasa todos los días con esa intensidad).
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En cambio, cuando eran bebés, senti que todo fluía más.
Si algo iba mal (pues claramente no siempre eran días o noches fáciles) tenía el upa y la teta para aplacar cualquier incómodidad o reclamo.
Mis bebés eran más fáciles de trasladar y acompañarme a todos lados. Hacían menos ruido y menos reclamos.
Yo sentía que tenía más el control de la situación.
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Despues de los 4 y medio de mi hija mayor sentí que todo fue más calmo de nuevo.
Me di cuenta que podíamos jugar más y consensuar más. Era muy ocurrente charlar y eso alcanzaba para pasarla bien.
Ahora que tiene 8, la disfruto mucho. Lo que menos me gusta de esta edad es la tarea de la escuela y que con mucha frecuencia se que de que «se aburre».
¿Cómo será después? Ya les contaré. Por ahora no tengo idea.
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A ustedes ¿Les cuesta la etapa que están viviendo? ¿O cuál les costó más?
