Ayer me contaba una mamá cómo se angustiaba cuando una persona desconocida quería tocar a su bebé en la calle. ¿Acaso a alguna no le pasó?
.
.
Vas caminando tranquilamente, con tu bebé en el cochecito o en el portabebés y alguien sin ningún tipo de reparos (ni ubicación) toca los pies de tu bebé, le agarra la mano, etc. Y vos probablemente quedas paralizada pensando «que le pasa a esta persona». O tal vez tuviste que aprender a normalizar la situación para no pelearte con todo el mundo.
.
.
La cuestión es que esto no es nuevo, esto empezó ya con tu embarazo cuando las personas desconocidas (o cercanas) tocaban tu panza sin permiso, como si fuera elemento de exposición. Pareciera entonces que desde que portamos «la bendición» está no solo no nos pertenece, sino que se convierte en «patrimonio de la humanidad». A partir de allí la sociedad puede opinar sobre ella y hasta «tocarla» sin ningún tipo de vergüenza. No se nos ocurriría ir por la calle opinando de la cantidad de abrigo que lleva un adultx, pero si lo hacemos con bebés.
Puede parecer exagerado si no te lo pusiste a pensar antes, pero además hay razones inmunológicas (contagio de virus, etc). Y ni hablar del concepto de consentimiento: si le estamos enseñando a nuestrxs hijxs que nadie debe tocarles sin su permiso estás situaciones contradicen este principio.
.
.
Muchas veces sentimos que le estamos fallando a nuestro bebé por no poder impedir que le hagan algo que no queremos.
A veces salimos a la calle pensando lo que vamos a responder ante los comentarios y ¿qué vamos a hacer cuando le quieran tocar?
.
.
Sería genial poder decir algo tan simple como: «es mi bebé, es una persona no un objeto en exhibición: ¡No lo toques sin permiso! Se que no lo haces con mala intensión pero respeta su cuerpo».
¿Nos animamos?
Díganme si no es una gran idea la de la foto: ¿Les parece empezar la campaña?
Lic. Carolina Mora
Mail lic.carolinamora@gmail.com